El fichaje de Antoine Griezmann por el FC Barcelona pasó unos meses rodeado de dudas, pero poco a poco está dando alegrías a los culés. El galo tiene muchísima calidad y está entre los mejores del mundo en su puesto, pero en el Camp Nou se ha encontrado con un fútbol completamente distinto que ha impedido ver, de momento, su mejor versión. El punta, que cerró el 2019 en una dinámica ascendente, está contento con su elección.

Desde que puso un pie en la Ciudad Condal, el de Macon se ha mostrado prudente, calmado y positivo, una actitud que le ha ayudado a superar las adversidades tanto en la Real Sociedad, como en el Atlético de Madrid y la selección francesa. El '17' no es de los que se rinde fácilmente, y asegura que prefiere disfrutar de sus oportunidades antes que lamentarse de los obstáculos que se encuentra en el camino.

Entre los motivos que le llevaron a vestir de azulgrana y que ahora destaca cada vez que se pone ante las cámaras está la posibilidad de jugar junto a Leo Messi, el mejor futbolista del mundo en la actualidad y uno de los mejores de siempre. En una entrevista concedida a los medios oficiales de la UEFA hace unas semanas, el punta no se anduvo con rodeos: "Estamos hablando de un jugador que quizás no volvamos a ver nunca más, o que quizá no saldrá uno parecido hasta dentro de 40 años".

"Tenemos que disfrutarlo, ya sea nosotros como sus compañeros, los aficionados en las gradas o sus entrenadores", explicó. Los rumores estallaron poco después cuando el argentino recibió el Balón de Oro 2019, que agradeció diciendo que ahora que ve la retirada más cerca valora más este tipo de galardones -aunque prefiere los títulos colectivos-. Aunque poco después se matizó especificando que el '10' se refería a que está más cerca del final que del principio de su carrera, su compañero prefiere no perder el tiempo.

"Es increíble lo que puede hacer con el balón y es un espectáculo verle jugar y jugar a su lado", reconoció el ex del Atlético, que ya ha afinado su conexión con el canterano barcelonista. Su relación con Suárez es fluida y su sintonía se deja ver con el de Salto sobre el terreno de juego, y su objetivo que el tridente sea una máquina bien engrasada en el ambicioso 2020, que decidirá pronto la exigente lucha por los títulos.

La explosión tardía de Antoine Griezmann

Griezmann, que hoy mide 1,76 metros, también admitió que su altura fue un problema en el inicio de su carrera, ya que motivó una explosión tardía que compensó a base de carácter: "El tamaño siempre fue un problema. Siempre fui demasiado pequeño y había que esperar. Y, claro, fueron momentos muy difíciles. Pero, al final, siempre cuando estaba con mis amigos en el vestuario o en el campo, se me olvidaba de eso e intentaba hacer lo que más amaba, que era jugar al fútbol".