A sus 32 años, lo más probable es que Andrés Iniesta acabe retirándose de aquí a alrededor de un lustro sin ningún Balón de Oro en las vitrinas o estanterías de su domicilio, después de no haberlo ganado en enero de 2011 después delm magnífico Mundial de 2010 que firmó, anotando el gol decisivo en la final contra Holanda para dar una alegría inigualable a España.

El caso es que el centrocampista del FC Barcelona, como el buen vino, parece mejorar y madurar con el paso del tiempo, y esta pasada temporada fue uno de los principales estandartes del equipo durante el tramo final del curso, cuando el resto de sus compañeros más necesitaban su mejor versión para desatascar el juego azulgrana y desequilibrar a las defensas rivales.

"Ni un Balón de Oro vale tanto como la estima de tu propio vestuario"

En el primer partido de esta Eurocopa de Francia 2016, Iniesta también estuvo excelso, siendo escogido "MVP" del partido y, pese a no entrar luego en el XI Ideal de la primera jornada del torneo, ganándose los elogios por parte de compañeros, rivales y entrenadores, quienes reconocen a nivel mundial el talento y la magia que sólo el de Fuentealbilla sabe desplegar.

En la última rueda de prensa antes de enfrentarse a Turquía, de hecho, Vicente Del Bosque ya destacó en las últimas horas que a Andrés Iniesta no le hace falta un Balón de Oro para entrar en la historia de los mejores del mundo. "Eso son anécdotas que no tienen mayor importancia. Lo más importante es que Andrés tiene la estima de sus propios compañeros. Ni un Balón de Oro vale tanto como la estima de tu propio vestuario", recordó.

Y tiene razón. Andrés Iniesta tiene el cariño y respeto ganado por parte de todo el panorama internacional, en un prestigio que atraviesa fronteras y le convierte todavía en una personalidad todavía más importante dentro del planeta fútbol. ¿Y lo mejor de todo? Que aún nos quedan años para disfrutar de él