Gerard Piqué estaba siendo durante este último año el "eterno repudiado" por parte de los aficionados de la selección española allá por donde iba a enfundarse la camiseta de "La Roja", pero puede que a partir de este lunes 13 de junio de 2016 las cosas hayan cambiado para mejor, al menos en lo que se refiere a su situación personal en la Selección.

El central catalán marcó el gol de la victoria de España en el estreno de la Eurocopa de Francia 2016 contra la República Checa. Un gol que, en el minuto 87, sirvió para que los españoles se llevaran los tres primeros puntos del campeonato para empatar con Croacia en lo más alto del grupo.

El caso es que Gerard Piqué, que venía recibiendo pitos con asiduidad durante los últimos partidos amistosos y oficiales jugados con la Selección, el gol le vino de perlas. Ni un guionista de Hollywood habría escrito un mejor desenlace en la primera cita de la Eurocopa, y Gerard Piqué lo aprovechó para desatar parte de la rabia que acumulaba desde hace meses.

Se dirigió corriendo con parsimonia hacia la zona del campo donde se encontraban los aficionados españoles y, una vez allí, se quedó mirándoles fijamente con expresión seria, justo unos segundos antes de que Sergio Ramos, Pedro Rodríguez, Andrés Iniesta y compañía acudieran a felicitarle por el gol, conscientes de que para Piqué será mucho más trascendente que para cualquier otro compañero.

"¿Y ahora no me pitáis?", debió pensar Piqué cuando miraba a los seguidores de "La Roja". Y es que el hecho de estar a favor del derecho a decidir de la sociedad catalana, además de los rifirrafes que ha protagonizado en las redes sociales con algunos jugadores del Real Madrid, le han perjudicado durante meses a los ojos de los aficionados españoles. A partir de ahora, puede que las cosas cambien. O no...