El FC Barcelona consiguió coronarse como campeón de la Supercopa de Europa derrotando al Sevilla en un partido donde los andaluces pelearon y a punto estuvieron de arrebatarle el título a los azulgranas. De hecho, Pablo Sarabia adelantó a los hispalenses en el primer tiempo, pero hubo remontada culé con los tantos de Gerard Piqué y Ousmane Dembélé.

En el segundo tiempo, Ernesto Valverde hizo coincidir sobre el terreno de juego a sus cuatro grandes estrellas ofensivas: Leo Messi, Luis Suárez, Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho. Curiosamente, los tres primeros fueron titulares, mientras que el brasileño partió desde el banquillo y saltó al campo al segundo tiempo.

Durante la temporada pasada, los cuatro también coincidieron en algunos partidos, aunque fue algo esporádico ya que Dembélé se pasó meses lesionado y que Coutinho no podía jugar la Champions League y se perdió partidos importantes. Ante el Sevilla, coincidieron los cuatro y esta vez le tocó al francés ser decisivo.

Ernesto Valverde apostó por un 4-3-3 de inicio con una delantera formada por Dembélé en la izquierda y Leo Messi y Luis Suárez más centrados, con el argentino ligeramente escorado a la derecha. La entrada de Coutinho no cambió el sistema, sino que se colocó al brasileño de interior izquierdo y la delantera no movió posiciones.

Con el paso de los minutos, Valverde cambió el esquema para buscar la victoria: Dembélé se fue a la derecha, Coutinho se escoró en la banda izquierda Messi campo a sus anchas como mediapunta y Luis Suárez fue el hombre más adelantado: un 4-2-3-1, el esquema que utilizaba habitualmente en el Athletic Club.

La 'MSDC' se entendió a la perfección

Los cuatro hombres de ataque del FC Barcelona se entendieron a las mil maravillas sobre el terreno de juego. Pese a que todos ellos han tenido poco tiempo para ponerse en forma y no han llegado, ni de lejos, a su mejor estado físico, demostraron que cuando estén más rdados son un cuarteto ofensivo que va a dar alegrías al barcelonismo.