A sus 24 años, Neymar Júnior lleva tiempo ya cargando con la responsabilidad de todo un país en forma del brazalete de capitán que lleva en su brazo siempre que defiende la camiseta "amarella". Sin embargo, son varias las actitudes del delantero que no gustan dentro del seno de la CBF que tratarán de corregir antes de la disputa de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, donde será el buque insignia de la selección brasileña.

Es por ello que los dirigentes de la Confederación viajarán a Barcelona las próximas semanas para entablar varias conversaciones con el atacante de Sao Paolo. En éstas le pedirán que evite futuras sanciones como las que tuvo que hacer frente durante la Copa América frente a Colombia, que le costaron el quedarse descalificado del torneo.

Cabe recordar que el once azulgrana se ha perdido la mitad de los últimos diez encuentros disputados por Brasil debido a sanciones. Eso es algo que el coordinador de selecciones brasileñas, Gilmar Rinaldi, quiere evitar hablando individualmente con el futbolista. En este sentido, Rinaldi afirmaba recientemente que "hablamos con todos los jugadores, incluso con Neymar, aunque sea el capitán y el líder del equipo. Hemos de tratar a todos por un igual. Es muy importante para nosotros que todos los jugadores sepan cuáles son sus obligaciones".

El mismo seleccionador, Carlos Dunga, dijo que "hablaremos con Neymar", después de que el punta se hubiese perdido el último encuentro frente a Paraguay debido a una amonestación que vio en el encuentro frente a Uruguay. Insistirán en recordarle que debe moderar sus comportamientos sobre los terrenos de juego.