Robert Lewandowski volvió a defraudar una noche más en el empate del FC Barcelona contra el Valencia. El polaco, que pese a marcar contra el Girona fue de los más criticados, también lo está siendo tras quedarse sin 'mojar' en Mestalla. El '9' pasa por un mal momento, no está haciendo una buena temporada y empieza a ser una de las 'patatas calientes' más preocupantes de Xavi Hernández.

Con el duelo en tierras valencianas, el de Varsovia alcanzó su décimo encuentro sin anotar lejos de Montjuïc. Desde que empezó el curso, el atacante no ha podido marcar una sola diana fuera de casa y se ha visto superado en la mayoría de choques. En este caso, ante los 'ches' se le vio algo más parcitipativo y con más ganas que la pasada jornada o que en Champions, frente al Amberes, pero aún así se quedó muy lejos de lo que se le debe exigir.

Lewy lo intentó desde el primer minuto y probó a Mamardashvili en varias ocasiones, pero el portero estuvo acertado y el ex del Bayern volvió a estar fallón en la definición. Además, pese a mejorar algo en este aspecto, el '9' también estuvo torpe en muchos controles y lento en acciones cerca o dentro del área. Esto viene siendo un habitual esta campaña y por ello su caso es ya alarmante.

El mejor Lewandowski parece que no volverá

Con 35 años, Lewandowski ha entrado ya en la recta final de su carrera y en este 2023 sus estadísticas, pero sobre todo su juego, han dado un bajón importante. Tras un inicio fulgurante el curso pasado, tras la vuelta del Mundial el polaco empezó a jugar peor y eso no ha hecho más que acrecentarse con el pase de las semanas y de los meses. Ahora mismo, ya casi en 2024, pocos creen que el 'killer' pueda volver a un nivel de juego similar al mostrado el año pasado.

Lo único que podría acercar al polaco a un rendimiento cercano a lo que siempre ha sido es que el Barcelona recuperase a su mejor versión, algo que ahora está también bastante lejos de suceder. Si los blaugrana le rodearan mejor y terminase esa sensación de necesidad que hay ahora, quizás con paciencia recuperaría su nivel. Por desgracia, todo esto ahora es una utopía y por eso la mayor esperanza para los culés pasan por Vitor Roque, que llegará en enero y que está destinado a 'sentar' a Lewy más pronto que tarde.