Es verdad que muchos aficionados recuerdan ese 2014, con Messi bajando su rendimiento en el Barça y apareciendo múltiples rumores en los medios de una posible salida. Sonaron City, PSG y Chelsea.

Los más espinosos hablaban que el argentino se reservaba para dar el máximo con su selección. Y rozó el Mundial, con Higuaín desperdiciando una oportunidad de oro.

Dejando de un lado esas cábalas, estériles a toro pasado, debemos analizar cómo se presume este nuevo curso para el astro azulgrana. Messi querrá recuperar la hegemonía en Europa y llegar a Rusia en un estado de forma óptimo.

El gran reto de Messi

Antes, Argentina deberá clasificarse para el Mundial. Aunque con Sampaoli ya se han dejado ver algunas pinceladas de lo que puede ser esta nueva albiceleste. Y si se confirman las sensaciones, estamos ante un equipo capaz de todo.

Y para ello, Messi deberá mostrar su mejor versión -esa que lleva exhibiendo desde hace una década-. La llegada de Valverde es un aliciente, así como un rol que cada vez será más común: el de bajar al centro del campo para recibir y organizar juego.

Messi es consciente que Rusia es su última oportunidad para ganar un Mundial y cerrar el debate, en algunos sectores, de si es mejor que Maradona. Es su espinita, es su último gran reto. Prepárense