El FC Barcelona cerró el fichaje de Malcom, un delantero brasileño que jugaba en el Girondins de Bordeaux y que ha costado 41 millones de euros más uno en concepto de variables. El brasileño, durante los partidos de pretemporada, dejó destellos de la calidad que atesoran sus botas. En una entrevista para los medios del club azulgrana habló sobre sus retos.

Malcom recordó a sus ídolos brasileños que lograron triunfar en el Camp Nou en épocas pasadas: "El Barça para mí es más que un club. Me siento un privilegiado por estar aquí, soy muy feliz. Grandes brasileños han estado en este gran club. Quiero ganar títulos, ser un ídolo como los brasileños que han estado aquí".

"Quiero jugar al lado de Messi, el mejor jugador del mundo"

El extremo del FC Barcelona reconoció que, para él, es un gran sueño jugar en el equipo culé: "Todos los jugadores sueñan con jugar con el Barça. No imaginaba que sería tan pronto, pero sabía que podría cumplir mi sueño de jugar aquí. En los videojuegos yo siempre jugaba con el Barça, siempre quería jugar con el Barcelona. Me encanta el estilo de juego, quiero formar parte de él".

Además, Malcom aseguró que quiere hacer historia con el club azulgrana y ganarlo absolutamente todo: "Estoy muy feliz, ahora quiero trabajar mucho para ganar muchos títulos y hacer historia". Hizo especial hincapié en la figura de Leo Messi, al que considera el mejor: "Quiero jugar al lado de Messi, el mejor jugador del mundo".

Su paso por el Girondins de Bordeaux

Malcom también habló de su paso por la Ligue 1 francesa, recordando que es una apuesta que le ha acabado saliendo bien: "Cuando elegí el Girondins sabía que era una gran elección para mí para venir a Europa. Tenía otras ofertas pero escogí el Burdeos para empezar desde cero. Y ahora he conseguido venir al mejor equipo del mundo, el FC Barcelona".

Además, comparó la vida en la ciudad de Burdeos con su vida en Brasil, asegurando que pudo experimentar la tranquilidad europea: "Burdeos es una ciudad muy tranquila, he pasado grandes momentos allí. Europa es muy diferente, en Sao Paulo era muy peligroso ir por la calle, pero en Burdeos no, estaba muy tranquilo".