José Mourinho, ahora sin equipo, fue entrenador del Real Madrid durante tres temporadas en las que hubo más polémica y tensión que nunca en la historia de los Clásicos. Ante un FC Barcelona superior, el portugués tramó planes para tratar de frenar la hegemonía azulgrana, tanto a nivel de títulos como en los cara a cara con los blancos.

En ese Real Madrid estaba Xabi Alonso, que ahora está dando sus primeros pasos como entrenador. En unas declaraciones para The Coaches Voice, el tolosarra explicó el plan que tramó Mourinho para frenar al FC Barcelona que era, ni más ni menos, doblar las vigilancias a Leo Messi para restar efectividad ofensiva a los culés.

"Cuando empezamos a controlar mejor la situación, Ramos me decía: 'Xabi, Messi va para allá'. Entonces yo no iba a presionar a Xavi, si no que me quedaba más con Messi. Con esto conseguíamos que ellos, a pesar de tener más control, no eran tan peligrosos. Estuvimos más cerca de competir con ellos cuando controlamos esta situación", comentó el ex futbolista del Real Madrid.

Además, Xabi Alonso también habló de su estilo como técnico, después de haber aprendido de entrenadores como Benítez, Ancelotti, Pep Guardiola o el propio Mourinho. Aseguró que busca un estilo de "equipo ofensivo. Busco crear un equipo que lleve la iniciativa, que quiera el balón, que los jugadores sepan cómo conectar entre ellos y crear automatismos".

Mourinho y el complot arbitral a favor del Barcelona

Hay que recordar su etapa como entrenador del Real Madrid en la que prácticamente inició una 'guerra' con el FC Barcelona, acusando al equipo azulgrana de tener detrás de sus triunfos un complot arbitral organizado y restando méritos a los culés. Muchos fueron los discursos que regaló en rueda de prensa en referencia a ese tema.

En esa época, el portugués fue víctima de sus propias frustraciones, ya que no encontraba la manera de que el Real Madrid pudiese meterle mano al conjunto azulgrana que, en aquel entonces, estaba dirigido por Pep Guardiola. Hasta el entrenador catalán tuvo sus más y sus menos con el luso, en una mítica rueda de prensa en la que le bautizó como "el puto jefe, el puto amo".