Llega un punto en el que ya no se sabe muy bien qué decir sobre Leo Messi. ¿Cómo encontrar adjetivos cuando ya se han gastado todos? El mejor jugador del mundo volvió a demostrar, este jueves contra la Real Sociedad, que es el mejor jugador del mundo porque es capaz de ayudar a que el resto de futbolistas que le rodean sean también los mejores, o al menos lo parezcan.

El genio rosarino rindió una vez más a un nivel sobrenatural sobre el césped del Camp Nou, participando en los cinco goles frente a los de Eusebio Sacristán y además ofreciendo un recital de juego que no entendió de patadas o agarrones, dado que ni siquiera con acciones antideportivas consiguieron frenar el ímpetu motivacional del "10" azulgrana.

Leo Messi, el artífice de la goleada del FC Barcelona

Puede que Denis Suárez mereciera llevarse el "MVP" por su doblete, pero cierto es que Messi fue igual o más importante que el gallego para el Barça. En la jugada del primer gol, fue quien dio a Luis Suárez el pase clave para que éste asistiera a Denis; el segundo tanto lo marcó él mismo tras un penalti provocado por Neymar; en el tercero asistió directamente a Suárez; en el cuarto combinó con Aleix Vidal para que éste asistiera a Arda...

Y, ya en la última diana del partido, Leo Messi desató la ovación y los aplausos del público del Camp Nou al recoger un balón en el centro del campo, marcharse de dos jugadores contrarios y poner una asistencia medida para la internada de Denis Suárez, quien regateó muy bien a Gerónimo Rulli para poner la "manita" en el marcador.

En definitiva, una nueva exhibición futbolística de Leo Messi que vuelve a poner de manifiesto la superioridad que esconde desde siempre en sus botas. No importa a quién le den los premios, mientras podamos seguir disfrutando de "La Pulga" muchos años más.