Después de una semana muy intensa, este viernes tocaba resaca de Copa del Rey, con los equipos clasificados pendientes de los emparejamientos de semifinales, y los eliminados lamiéndose las heridas. Curiosamente, las estrellas de FC Barcelona y Real Madrid han tenido algunas horas de desconexión, en las que han vuelto a dejar claras las numerosas diferencias que les separan.

Porque lejos de un rendimiento que habla por sí mismo sobre el césped, en sus discursos también se aprecia una personalidad completamente opuesta. Mientras Leo Messi es prudente y reservado, Cristiano Ronaldo es arrogante y directoSus metas, aunque comparten ambición, también están muy separadas.

Y es que el rosarino ha sido cuestionado tras un compromiso publicitario por sus objetivos para esta temporada, y su afirmación no ha podido ser más clara: "Ya dije que mi objetivo no son los premios individuales, ni el Balón de Oro, ni la Bota... sino conseguir todos los títulos en juego. Ojalá terminemos de la mejor manera. Vamos por el buen camino". "El deseo es el mismo que tenemos cada temporada, intentar ganarlo todo", ha repetido.

En la misma tesitura, y en una entrevista completamente distinta, el portugués ha respondido sobre el Balón de Oro. "Si no puedo ganarlo en el futuro, me seguiré sintiendo muy, muy, muy orgulloso de mí mismo. Por supuesto, mi ambición es ganar más trofeos personales y con el equipo, pero no estaré obsesionado con los Balones de Oro", ha comentado, aludiendo a que la competencia con Messi les hace mejores a ambos.

El uno contra el todo

Desde luego, el trabajo de Cristiano Ronaldo es de admirar, pero la egolatría es una cualidad que le pierde por completo. No es extraño ver al luso protestar durante los goles de sus compañeros, o echarse flores tras una mala actuación. Sin embargo, Leo Messi sólo quiere que su equipo sea más fuerte, porque ese es el camino más corto hacia la gloria. No se llega solo.