Leo Messi ha vivido un verano de ensueño. Se ha casado, ha renovado con el club de su vida y ha llegado a los 30 años. Es otra persona, al menos más madura y con ganas de seguir ampliando un palmarés difícil de igualar. El argentino quiere seguir haciendo historia y se ha preparado a conciencia para la temporada.

Tal y como explica el diario "Sport" este lunes, Messi ha vuelto muy bien físicamente tras el periodo vacacional. Tanto que los registros que marcaron el GPS tras el partido ante la Juventus evidenciaron que el '10' está como una moto. Y realmente se le pudo ver muy activo en esos 45 minutos que estuvo en el terreno de juego. 

Messi se ofreció para recibir el balón, se asoció con Iniesta, buscó a Neymar con jugadas vertiginosas e incluso se le vio presionando mucho, bajando a defender y recuperando balones como si de Rakitic se tratara. Era el primer amistoso de pretemporada y a Messi se le vio con una voracidad increíble. Recuperó seis balones. 

Según el medio citado, nunca antes Messi había exhibido tal nivel en pretemporada en cuánto a número de kilómetros recorridos, velocidad en arrancada, potencia y aceleración, velocidad en veinte metros, capacidad aeróbica... Una señal de que está motivado y que ha captado el mensaje de Valverde: máxima intensidad. 

El líder de todo

Está claro que Messi seguirá siendo una temporada más el líder de este Barça. El eje que todo lo mueve. Crea peligro, desequilibra, lee el juego y parece haber recuperado ese hambre por presionar. Si el argentino está a este nivel, ya pueden preocuparse los rivales. La bestia anda suelta. Y quiere recuperar el trono en 2018. 

Messi, consciente de que Cristiano posiblemente le empate en número de Balones de Oro este año, desea ganar la Champions otra vez y tiene en el horizonte su gran meta: el Mundial de Rusia. Allí se podría jugar el colofón a una carrera a la altura de unos pocos elegidos.