Bien conocido es por todos que Leo Messi es una persona muy familiar, que se refugia en las personas más cercanas de su entorno cuando sufre algún problema o preocupación, y que dicha estabilidad personal contribuye a que rinda lo mejor posible sobre los terrenos de juego.
De aquí a unas semanas, el astro argentino del FC Barcelona será todavía más padre, y en las últimas horas ha revelado a través de las redes sociales el nombre de su próxima criatura, que se llamará Ciro. Junto a Thiago y Mateo, Ciro será su tercer hijo varón junto a su esposa y mejor amiga, Antonella Rocuzzo, que ya presenta un estado avanzado en su embarazo.
Noticias inmejorables para Leo Messi, que seguro que le ayudarán a estar todavía más motivado en el aspecto deportivo con respecto a los títulos que esta temporada 2017-18 tiene en juego el FC Barcelona. El mejor futbolista del planeta quiere incrementar todavía más su palmarés en el Barça, y espera hacerlo con el apoyo de sus seres más queridos.
Antonella Rocuzzo, el pilar básico en la vida de Messi
La esposa de Leo Messi, Antonella, representa uno de los focos que dan estabilidad y felicidad al astro argentino del FC Barcelona. Y es que Messi es una persona muy familiar y, tras haber encontrado a la persona con quien desea compartir el resto de su vida y formar una familia propia -algo que ya ha hecho-, es normal que su felicidad se traduzca también sobre los terrenos de juego.
Leo Messi lleva años maravillando sobre el césped, seguramente más con el FC Barcelona que con la selección de Argentina, y Antonella ha sido siempre un pilar que le ha ayudado a superar todos los obstáculos que se le han ido apareciendo durante el camino.
Lesiones, rendimiento irregular en alguna fase de la temporada, preocupaciones, inseguridades... Todo ha sido superado gracias al hecho de poder compartir los problemas y hablarlos con su pareja. Leo Messi se ha hecho más fuerte mentalmente, ha madurado en todos los sentidos y desde hace años es un futbolista capaz de ofrecer un rendimiento majestuoso de manera regular. Ahora, sólo queda pedir que dure.