Messi necesitaba una noche así con Argentina para demostrar que es capaz de hacer lo mismo con su país que con el Barça. Una motivación como pocas veces antes, un hambre por devorar rivales y la conciencia de saberse líder de toda una nación. El '10' brilló y calló bocas.

Más allá de los tres goles que enloquecieron a todo el país y a Sampaoli en la grada, Messi demostró que es un futbolista único y especial. En un momento de máxima tensión supo sacar su mejor versión -esa que prácticamente se ha convertido en rutina-. Algo que en Barcelona estamos acostumbrados a ver.

Y claro, después de su fantástico inicio de curso a nivel goleador, es de esperar que Messi continúe así cuando vuelva. Al menos vendrá con la máxima motivación y ganas de seguir haciendo historia con el Barça. Quiere recuperar el trono perdido en Europa y sabe que el equipo depende de él bastante.

Messi está en un momento personal increíble, en óptimas condiciones físicas y con la mente más madura que nunca. A sus 30 años sabe leer mejor que nadie un partido. Busca los espacios para sacar tajada de su rapidez y habilidad. En el Camp Nou ya lo están disfrutando.

Ahora, a por el Atlético

El primer compromiso que tiene Messi ahora es contra el Atlético de Madrid. El sábado, en el Wanda, con el récord del Tata como acicate. Contra uno de sus rivales favoritos. Llegará lanzado e hiper motivado. Esperamos su mejor versión porque el equipo le necesita.