Messi y Cristiano, la cara y cruz de cómo afrontar los últimos años de carrera

Cristiano Ronaldo y Lionel Messi han sido los dos grandes referentes del balompié mundial en los últimos 15 años. Los números de ambos han batido cualquier cantidad de récords, tanto a nivel de clubes como con sus selecciones, lo que les coloca entre los futbolistas que mayor impacto han causado en la historia del deporte. Sin embargo, el final de sus trayectorias parece ir en direcciones totalmente opuestas.

Por un lado está 'La Pulga', que a sus 35 años está compitiendo con el Paris Saint-Germain en busca de la primera Champions del club. Además, su nivel en lo que va de temporada le convierte en uno de los delanteros más productivos de Europa, viendo puerta en 12 oportunidades y repartiendo 14 pases de gol en 19 compromisos en todas las competiciones. Esto le ha permitido llegar al Mundial de Catar con un rendimiento óptimo en su carrera, siendo el pilar de una Argentina que parte como clara favorita para levantar la Copa.

Todo lo contrario a 'CR7'. El 'astro' portugués aterrizará en Catar en medio de una fuerte polémica con el Manchester United, club al que acusó de haberle maltratado en el último año y medio en una entrevista con Piers Morgan para el diario 'The Sun'. El atacante probablemente se quede sin equipo para la segunda mitad de la campaña, ya que las relaciones entre el luso y los 'red devils' parecen haber llegado a su fin.

Sumado a ello, en Old Trafford tampoco estaba siendo protagonista debido a la decisión de Erik ten Hag de dejarle constantemente en el banquillo, lo que ha mermado notablemente su producción goleadora. En lo que va de curso ha disputado 16 encuentros con un saldo de tres goles y dos asistencias, unos datos ajenos a lo que acostumbra registrar para este periodo del año.

Mismos objetivos

Asi las cosas, tanto Messi como Cristiano disputarán el Mundial con sus selecciones con el objetivo de conseguir el único título que les falta en sus vitrinas. El rosarino llega siendo campeón de América y con la ambición de sacarse la espina del 2014, mientras que el madeirense quiere hacerse con un reconocimiento que podría darle punto final a su carrera después de lo sucedido en Manchester.