Aunque la discusión sobre quién es el mejor jugador del mundo está abierta a muchas interpretaciones, el tercer escalón en una batalla que parece exclusiva de Leo Messi y Cristiano Ronaldo parece bastante más claro. Sin restarle méritos al portugués, es algo dudosa su reciente superioridad sobre el argentino, pero lo que es indiscutible es que ambos están por encima del resto.

Quien lleva tiempo asomando la cabeza al pódium es Neymar, el gran vencido de la tarde del lunes, o el gran vencedor, según se mire. Sus estadísticas le permiten compararse a dos de los mejores de la historia con apenas 25 años, aunque la sensación sea que para acabar de corresponder a sus impresionantes cualidades hará falta algo más de esfuerzo, sacrificio y sobre todo, cabeza.

De entre todos las estrellas mundiales que aspiran al trono de Messi y Cristiano, el brasileño es el que está más cerca, el que ha conseguido demostrar con regularidad -aunque aún le falte- que semana tras semana puede cambiar las cosas con sus actuaciones. Todavía es una incógnita si marcharse a una liga más débil le dará la razón o le seguirá dejando rezagado, pero de momento el de Sao Paulo ya es el mejor del resto del mundo.

Discusión interna

El problema que tiene Neymar para responder a las expectativas de su histórico fichaje por el PSG es que su liderato dentro del propio equipo ya está amenazado. Ni siquiera entre sus nuevos compañeros gustó la manera en la que llegó, y de momento Edinson Cavani está demostrando que sabe controlar mejor sus nervios.

La temporada del ariete de Salto es para recordar, y aunque las capacidades del paulista superan ampliamente a las del uruguayo, hace falta plasmarlo sobre el césped antes de pedir cuentas fuera de él. La dimensión de Leo Messi acabó por desesperar al ex del Santos, pero su aventura parisina no ha empezado de una forma idílica.