Como el típico niño que se tapa con las sábanas cuando oye un ruido desde la cama, los jugadores del Real Madrid deberán rezar para sus adentros durante el partido contra el FC Barcelona en el Camp Nou, esperando que Leo Messi no esté lo suficientemente inspirado como para hacerse un traje con la defensa "merengue" y repetir roturas de cintura como las de años atrás con Sergio Ramos, Pepe y demás víctimas.

Esto no es una película americana, pero si lo fuera podríamos decir sin dudar que "el hombre del saco" ha llegado, y lo ha hecho para merendarse al Real Madrid de Zinedine Zidane. El "Dios" del fútbol, a pesar del momento irregular que atraviesa el FC Barcelona en cuanto a resultados se refiere, está a pleno rendimiento goleador y se encuentra en una forma física espectacular.

Simples chispazos de calidad eléctrica bastarán para que marque las diferencias contra el Real Madrid, como ha hecho durante las anteriores citas en las que se ha medido al conjunto blanco. No hay que olvidar que "La Pulga" ha sido capaz de endosar 21 goles al eterno rival, convirtiéndose en el máximo goleador histórico de los Clásicos y haciendo que el club madridista sea una de sus víctimas predilectas a lo largo de su carrera.

Los jugadores del Real Madrid son experimentados, tienen inteligencia futbolística y calidad. Los vikingos, además, parecen haber adquirido esta temporada un equilibrio en el juego que antes no tenían. Sin embargo, siguen dejando dudas en varios aspectos del juego colectivo y también en defensa, algo que puede aprovechar Leo Messi para marcar el paso.

Si se da algún fallo de concentración en la defensa blanca, el "10" será como un tiburón oliendo sangre. Eso, siempre y cuando Suárez y Neymar no se le adelanten. Lo que está claro, en resumidas cuentas, es que muy bien tendrá que prepararse el Real Madrid para evitar que la "MSN" y el Barça, en líneas generales, pueda dar la sorpresa con un marcador más abultado de lo esperado. Porque, con Messi, todo es posible. Y motivado, aun más.