Parece que fue ayer cuando un joven argentino irrumpió en el Camp Nou para dejar claro que el futuro del FC Barcelona estaba en sus botas. Pero ya han pasado 14 años desde que eso sucedió. Leo Messi debutó con el equipo azulgrana hace exactamente esa cantidad de años y, en su debut en LaLiga, consiguió su primer gol.

O, tal vez, deberíamos decir sus dos primeros goles, ya que ese día 1 de mayo de 2005 consiguió anotar dos tantos contra el Albacete, aunque uno de ellos fue anulado por riguroso fuera de juego. No obstante, en esa acción definida con una vaselina perfecta a pase del mítico Ronaldinho ya se vio el talento que el argentino atesoraba.

Unos minutos más tarde, una acción idéntica con los mismos protagonistas: Ronaldinho realizando una majestuosa asistencia con un pase elevado de cuchara y Leo Messi, en ver al portero adelantado, definiendo con otra vaselina. El Camp Nou enloqueció, ya que veía a una futura estrella que no tardaría en subir al primer equipo y en hacerse indiscutible

"Fue una jugada en que la tocó Ronnie y me puso una pelota estupenda –explicó Messi al acabar el partido-. Cuando tuve la ocasión, vi que el portero se adelantaba mucho, por eso la coloqué por encima", concluyó, en declaraciones a Mundo Deportivo. La continuación de la historia ya se la sabe todo el planeta futbolístico.

Messi sigue mejorando

Leo Messi debutó con el primer equipo del FC Barcelona hace 14 temporadas y sigue manteniendo la ilusión del primer día, aunque su rendimiento parece que va, incluso, incrementando positivamente con el tiempo. Ya tiene 31 años de edad, pero su estado de forma no decrece en absoluto.

El astro argentino no ha perdido ni el instinto de gol ni el desborde, aunque sí hace una lectura del juego todavía mejor que antes. Antes era un futbolista que jugaba mucho más por su cuenta y destacaba por jugadas brillantes que él mismo definía. Sin embargo, su evolución le ha llevado a practicar un juego mucho más colectivo que todavía es más beneficioso para el equipo.