A Leo Messi, como al resto de grandes jugadores de la élite futbolística, no le gustan los silbidos. Y menos cuando entiende que, por su parte, lo ha dado todo sobre el terreno de juego y ha intentado el máximo para beneficiar colectivamente al FC Barcelona.

Es por ello que, este domingo justo después de marcar desde el punto de penalti el gol de la victoria del FC Barcelona contra el Leganés, el argentino terminó con rostro serio. El diario "MD" asegura que el "10" terminó algo tocado por los silbidos de la afición culé, más que cualquier enfado que pudiera acarrearle el mal juego mostrado por el equipo.

Leo Messi, molesto con los pitos del Camp Nou

"La Pulga" no quiere que la relación entre el equipo y la afición se rompa, y este pasado domingo pudieron verse algunos pequeños signos de rotura con los silbidos de la afición al equipo en momentos puntuales, sobre todo después del empate del Leganés.

El citado rotativo catalán afirma que fue por eso por lo que Messi no celebró el gol. Ni siquiera levantó los brazos ni miró al cielo como hace siempre para dedicar sus goles a su abuela materna, Celia. "Cuando ganamos lo hacemos todos y cuando perdemos también perdemos todos", había dicho su compañero y amigo Luis Suárez el viernes.

Leo Messi piensa igual que el uruguayo, y por eso espera que la afición del Camp Nou opte por animar a sus jugadores en los próximos encuentros, más que ponerles más nerviosos cuando lo único que necesitan es apoyo. De momento, el astro argentino ya empieza a concentrarse en el partido de Liga Santander contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón.