La semana pasada, el FC Barcelona consiguió vencer al Chelsea por 3-0 y pasar a cuartos de final de la Champions League después de una gran actuación de Leo Messi, que consiguió dos goles y le regaló otro a Ousmane Dembélé. El resultado del encuentro de ida, que terminó en empate, acabó siendo positivo gracias a la goleada de los hombres de Ernesto Valverde.

El delantero argentino llevó a cabo una actuación espectacular: marcó el primer gol rematando una asistencia de Luis Suárez; se inventó una jugada de dibujos animados para desbordar a tres rivales y asistir a Dembélé; y volvió a desbordar en una nueva jugada individual en la que dejó sentados a varios contrarios.

Messi y su regate con el hombro

Los goles no fueron lo único destacable que Leo Messi dejó para el recuerdo. El delantero argentino fue una tortura constante para la defensa del Chelsea, que no encontró una fórmula para parar al argentino, que se encuentra en estado de gracia. Tres de sus acciones terminaron en gol pero hubo muchas otras.

Una de ellas llegó cuando el azulgrana recibió un balón de espaldas y decidió iniciar un nuevo eslalon. Detrás, tenía a Kanté y a Cesc Fàbregas. Con el primer control, consiguió liberarse de la presión del francés. Con un solo movimiento de hombro, logró sentar a Cesc Fàbregas, que cayó al suelo y no pudo seguir la carrera del argentino.

Líder del Barça

Con el paso de las temporadas, parece que el rendimiento de Leo Messi va, incluso, incrementando con el tiempo. Tiene 30 años de edad, pero está en uno de los mejores momentos de su carrera ya que no ha perdido ni el instinto de gol ni la explosividad, aunque sí hace una lectura del juego todavía mejor que antes.

Sus 35 goles en la presente temporada muestran que el argentino se ha puesto el equipo a la espalda tras la marcha de Neymar el pasado mes de verano. Junto con Luis Suárez, ha mantenido intacto el potencial ofensivo del equipo azulgrana, que sigue necesitando del mejor Messi para seguir cosechando éxitos.