A nadie se le pasa por alto la increíble aportación de Luis Enrique y sus ayudantes para reflotar una nave, la azulgrana, que se encontraba zozobrando en alta mar con la brújula perdida. Con el asturiano se recuperó el norte, se achicó agua y ese navío se ha convertido en un imponente buque a velocidad de crucero. Si bien los jugadores han tenido mucho que ver con su cambio de actitud, todos apuntan a "Lucho".

Y la verdad es que todos han cambiado y evolucionado, igual que el propio entrenador azulgrana. El de Gijón llegó imponiendo orden y disciplina y quizás se olvidó de que en el FC Barcelona hay mucho peso pesado. De los primeros roces con esto ya no queda nada dado que míster se metamorfoseo durante sus primeros meses al frente del club.

Eso es algo que muchos jugadores valoran, tal y como indica el diario "MD" aludiendo a los propios culés. Pero la principal característica que les encanta a todos dentro del equipo es el diálogo del entrenador con todos. Luis Enrique toma las decisiones pero prefiere charlas con sus pupilos, pedírles su propia opinión y saber de primera mano lo que piensan sobre los cambios tácticos.

El diálogo es la clave de Luis Enrique en el Barça

Esa es la principal virtud que sus hombres valoran de él y hace que todos estén a una, que ese vestuario sea una piña y que se traten como familia. Un ejemplo de ello sería la charla entre "Lucho" y Luis Suárez al comienzo del curso, donde negociaron un determinado descanso para el uruguayo evitando que le ocurra lo que le pasó a final de la pasada temporada.

Con Messi y "Ney" también tiene muchas conversaciones, igual que con su "ojito derecho" Sergi Roberto. Otros como Denis Suárez y André Gomes también se siente bien guiados gracias a los intercambios sobre cuestiones tácticas y de posición.