Llegó en el último minuto del último día del mercado para paliar la partida de Antoine Griezmann, en una operación que tan solo se puede y se debe entender por razones económicas. Si quedaba alguna duda al respecto, Luuk de Jong se ha encargado de demostrar sobre el terreno de juego que así era.

Ha jugado poco, pero cuando lo ha hecho se le ha visto muy perdido, sin saber cómo y cuándo retrasar su posición para combinar con sus compañeros y, lo más preocupante, sin puntería, siendo esta su mejor cualidad. Al menos así lo había 'vendido' Ronald Koeman a los aficionados del FC Barcelona.

El técnico holandés había asegurado que era un tipo de referencia que el equipo no tenía y que, para rematar centros, el holandés era mejor que Neymar Jr. Para el remate, de momento, no está siendo preciso y en el Camp Nou ya están empezando a cogerle la matrícula.

De Jong ingresó al campo para buscar, de forma desesperada, el gol en el Clásico. No había ni siquiera tocado el primer balón cuando el Camp Nou ya había comenzado a pitarle, y a cada balón que tocó, y perdió, el público fue muy contundente. Los desaciertos fuera del área y en el juego aéreo, que estuvo anulado ante Militao y Alaba, terminó por exasperar al público.

El registro goleador más bajo

En los casi 400 minutos que ha disputado, el holandés solo ha podido anotar un tanto, ante el Levante en el que quizás fue el mejor partido de la temporada para los culés. En los siete años anteriores, nunca había tenido un promedio goleador tan bajo.

En sus dos años en Sevilla, el de Aigle tuvo mejores números. Celebró un tanto cada 239 minutos en la temporada 2019/20 y cada 270’ en la anterior. En el Sánchez Pizjuán ya bajó los registros respecto a sus dos últimos años en el PSV (una diana cada dos horas en la campaña 2018/19 y cada 191 minutos en la 17/18). Su peor cociente desde que en 2014 el equipo de Eindhoven lo ‘rescatara’ tras una etapa complicada en Alemania fue en el curso 2016/17.