Del partido del FC Barcelona contra el Deportivo Alavés se pueden destacar muy pocas cosas. Pedri González fue, probablemente, el mejor jugador de los azulgrana, pero de resto se salvan pocos o directament ninguno, sobre todo en el ataque. El equipo se marcha con tres puntos de Vitoria, pero con la necesidad imperial de mejorar tras el parón FIFA. 

Han sido muchos los errores de un Barça que, por momentos, dejó la sensación de que no se había presentado en Mendizorroza. Pese a la victoria, ha sido probablemente el partido más gris del equipo desde que Xavi Hernández llegó al banquillo. Nadie reaccionó o arriesgó de más. Frenkie de Jong salvó las papeletas y evitó un desastre que pudo haber sido monumental. 

Ni siquiera un Luuk de Jong, que venía siendo clave para el Barça con tres goles en tres partidos, fue capaz de marcar la diferencia. Tuvo dos ocasiones claras: un disparo dentro del área que rechazó Pacheco y una volea tras un centro de Pedri, pero poco más. El holandés, como el resto del equipo, pasó de puntillas por Vitoria y dejó muchas dudas en su despliegue, aunque sería injusto 'suspenderlo' en un enfrentamiento en el que pocos se salvaron. 

El Barça confía en De Jong 

Independientemente de su poca participación en el choque en Vitoria, desde el Camp Nou están encantados con el 2022 que ha firmado Luuk de Jong. Cuando ha estado disponible, ha sido titular indiscutible para Xavi, que valora su implicación con el equipo a pesar de que en el año pasado tuvo muy pocas oportunidades y quedó, prácticamente, relegado al banquillo.

Es por ello que la intención del Barça es darle continuidad y conservarlo hasta que termine su cesión, en el mes de julio. Es un jugador que puede 'desatascar' un partido con un remate de cabeza. Y eso es importante. El caso es que tiene que tener continuidad para mejorar su puesta en escena y, preferiblemente, evitar pasar desapercibido como pasó en Vitoria.