Durante el martes por la tarde, el FC Barcelona hizo oficial el fichaje de Malcom, delantero del Girondins de Bordeaux, a cambio de 41 millones de euros más otro en concepto de variables. El brasileño tiene 21 años y llegará al Camp Nou para tratar de adaptarse al juego azulgrana y de hacerse con un puesto en los onces de Ernesto Valverde.

La posición natural de Malcom es la de extremo derecho. En este sentido, tendrá una dura competencia con Ousmane Dembélé por hacerse con un puesto en el carril diestro del ataque del FC Barcelona. Pese a tratarse de jugadores habilidosos, polivalentes y ambidiestros, hay ciertos aspectos del juego que les diferencian.

Pese a tener la misma edad, 21 años, Dembélé tiene la ventaja de llevar un año en el FC Barcelona y dos en la élite del fútbol, conociendo a la perfección competiciones tan duras como la Champions League o estando integrado en el vestuario. Malcom lleva tres años en la Ligue 1 francesa, por lo que sabe lo que es jugar en Europa, pero deberá utilizar la pretemporada para adaptarse a los esquemas de Valverde.

En el apartado técnico, estamos ante dos jugadores muy aseados. Ambos poseen en el regate, la rapidez y el desborde las armas básicas en su juego. Dembélé es un jugador espectacular cuando juega con espacios, utilizando su gran zancada y su regate en velocidad. Malcom, por su parte, es tremendamente efectivo en el regate rápido en distancias cortas, algo útil contra equipos cerrados.

Olfato de gol y asociación

También se trata de dos jugadores con olfato de gol, aunque con virtudes distintas. Dembélé es totalmente ambidiestro y dispara con la misma efectividad con las dos piernas. Malcom, por su parte, domina bien la derecha, pero su zurda es la que marca las diferencias, especialmente por sus potentes disparos de media distancia.

El brasileño marcó 12 goles la pasada campaña (en 35 partidos) y el francés solo 4 (en 23 partidos), aunque hay que tener en cuenta que este último sufrió una grave lesión que le mantuvo en el dique seco durante muchos encuentros. Además, Malcom está más acostumbrado a las jugadas asociativas y a dar asistencias, mientras que Dembélé destaca por sus jugadas individuales.