No se lo podían creer los miles de aficionados del FC Barcelona que estaban en las gradas del Camp Nou ni tampoco el entrenador del equipo azulgrana Luis Enrique, que frunció el ceño nada más ver que su central Gerard Piqué no se levantaba del terreno de juego. Fue después de una dura patada del canario David Silva que demostró por qué es atacante y no defensa.

Una falta que tuvo lugar en el minuto 25 y dejó a "Geri" muy dolorido en su tobillo derecho. Los gestos de dolor eran notorios por lo que el doctor Pruna corrió rápido para atender al futbolista que, no obstante, siguió sobre el verde varios minutos.

Fue hasta el 33', cuando con Jeremy Mathieu ya caliente pudo abandonar el campo "cojo" y con una grandísima ovación por parte de la hinchada azulgrana. El contratiempo era un hándicap para los azulgranas dado que formaban con una defensa inédita formada por Lucas Digne, Umtiti, Mathieu y Javier Mascherano. 

Jordi Alba, KO en 10 minutos

Todo podría haber sido menos trágico si Jordi Alba no se hubiera tenido que ir del partido veinte minutos antes. El lateral izquierdo, esta vez él solo, se resintió de la lesión sufrida con España ante Italia. Tuvo que entrar Lucas Digne en su lugar.