El preocupante caso de Griezmann: No brilla en ninguna posición de la delantera

El FC Barcelona superó este sábado a la Real Sociedad en el Camp Nou, en una cita con conclusiones de todo tipo. Aunque mejoraron las sensaciones y se amarró una victoria clave tras el Clásico ante un adversario en racha, la falta de gol y algunas dudas a lo largo del enfrentamiento continúan en la lista de deberes pendientes, que está engordando peligrosamente con la lucha por los títulos calentándose jornada a jornada.

Uno de los casos más preocupantes en la Ciudad Condal es el de Antoine Griezmann, que sigue sin ser protagonista. En la pasada ventana estival se invirtieron 120 millones de euros en la estrella más brillante del Atlético de Madrid y en todo un campeón del mundo con la selección francesa, pero tras su mudanza ha vivido más sombras que luces y parece alejado de su mejor versión. Y lo peor, sin soluciones para reencontrarla.

El mayor problema para el galo es que ya ha probado todas las posiciones de la delantera y no encaja en ninguna. Acostumbrado a jugar junto a un punta de referencia en el Wanda Metropolitano y con los 'bleus', en la escuadra barcelonista acumula decepción tras decepción. No despega como extremo izquierdo junto a Leo Messi y Antoine Griezmann, tampoco como nueve sin el uruguayo, y menos en la derecha para dejar espacio a Martin Braithwaite, que mejoró su rendimiento en un compromiso en el que tampoco aprovechó las diagonales hacia su pierna buena.

Las estadísticas y esfuerzos defensivos no tapan su irrelevancia ofensiva, que no se esperaba cuando se fichó a un ariete consagrado. Al crack se le contrató sabiendo que el regate y el desborde no estaban entre sus virtudes, pero creyendo que su facilidad para combinar y su olfato goleador serían suficientes. Entre sus 14 tantos y cuatro asistencias en 37 encuentros hay intervenciones decisivas, pero se echa en falta que tire del carro en un equipo necesitado de líderes. Se le ha llamado oportunista, efectivo y sacrificado, pero nunca ha logrado imponer su chispa.

Su atasco va más allá de un problema de adaptación, y el temor es que el tiempo no ofrezca respuestas a la desesperante incertidumbre. Es pronto para hacer saltar las alarmas pero aún escuece un precedente similar como el de Philippe Coutinho, que fue de más a menos y se tuvo que marchar porque en el Barça no existe la media punta en la que tanto brilló en Liverpool. Griezmann aún tiene cartel, pero el crédito se agota porque pese a su insistencia sigue sin encontrar su sitio.

Neymar se convierte en una amenaza para Griezmann

Un inconveniente añadido para Griezmann es que pese a las polémicas, Neymar vuelve a parecer mucho más necesario para el Barça. Ni Antoine, ni Philippe, ni Ousmane Dembélé han hecho olvidar al brasileño, a quien se ha discutido por su carácter, pero a quien, deportivamente, había poco que reprochar. El de Sao Paulo tiene la habilidad en el regate, la visión de juego y el gol que les está faltando a todos sus sucesores, yq que a día de hoy todavía le mantiene en la lista de objetivos de los azulgrana. Si el ex del Santos vuelve, uno o varios se tendrán que marchar...