Una de las grandes almas del vestuario del FC Barcelona, Javier Mascherano, podría haberse flagelado a sí mismo durante horas al sentirse culpable por la expulsión directa que vio en el minuto 37 de juego contra el Sevilla en la final de la Copa del Rey, y que dejó al Barça con diez hombres hasta el final del partido. Fue una jugada rápida en la que el "Jefecito", sabedor de que Kevin Gameiro era más veloz que él, decidió derribarle agarrándole de la camiseta, y viendo la expulsión directa al ser el último hombre.

El defensor argentino se marchó cabizbajo al banquillo y desde ahí presenció con emoción el resto del encuentro, vibrando con los goles de Jordi Alba y Neymar Jr, más por el hecho de sacarse un peso de encima. En cualquier caso, una vez los jugadores celebraron el título sobre el césped y cuando Andrés Iniesta levantó la Copa, Mascherano fue de los jugadores más serios, pareciendo algo apagado.

Cuando se marchó expulsado, Mascherano era perfectamente consciente de la precaria situación en la que había dejado al FC Barcelona, aunque por supuesto nada se le puede reprochar. La gran mayoría de la afición del Barça no tiene ninguna crítica para "Masche" por la acción de la expulsión, sino que todo son palabras de ánimo y aliento hacia una de las piezas claves del equipo.

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que esta no es la única vez que Mascherano termina algo afectado al sentirse culpable por alguna acción de un partido. "El equipo, lamentablemente, ha tenido que sufrir un nuevo error mío. Me duele por el resultado, porque en partidos tan importantes como éste, yo no me puedo permitir este tipo de errores", dijo hace unos años, tras un partido de UEFA Champions League disputado contra el AC Milan en el que se culpó directamente por el mal resultado.

Situaciones parecidas ha protagonizado en Supercopa de España contra el Real Madrid o incluso en un Mallorca-Barça de hace varias temporadas, según "Sport". A pesar de todo, lo cierto es que Mascherano no debería culparse de esta manera. Debe ser consciente de que la afición del FC Barcelona le valora como lo que es, un auténtico "crack" dentro y fuera de los terrenos de juego. Y de hecho, parte de culpa de los títulos conseguidos por el Barça durante las últimas temporadas se deben a su trabajo, sacrificio y carácter competitivo.