Eden Hazard y Zinedine Zidane 'salvaron' a Sergio Ramos en Stamford Bridge. El sevillano, recién recuperado de su lesión, fue titular en la vuelta de semifinales y tuvo una actuación que dejó mucho que desear. Por suerte para él, el belga seguramente estuvo aún peor que él y su entrenador también fue un desastre por su planteamiento y decisiones. Gracias a eso, el capitán se ha salvado de muchas críticas que probablemente se merece.

Pero antes de entrar a valorar su encuentro, cabe destacar que el camero logró un récord este pasado miércoles. El andaluz hizo triplete y se convirtió en el jugador con más tarjetas amarillas de la historia de la Champions League con 38. Un dudoso honor que le hace agrandar su leyenda en este apartado, igual que le ocurrió en LaLiga y en su propio club, donde también es el futbolista más amonestado de siempre.

La cartulina que recibió Ramos fue, por cierto, más que evitable, ya que casi no estaba ni el balón en juego. Justo cuando se estaba sacando un córner, el defensa tuvo sus más y sus menos con Mason Mount y terminó quitándoselo de encima con un fuerte empujón tras un forcejeo en el área del Chelsea. Daniele Orsato no dudó en amonestarle con su primera amarilla en esta Champions y la 38 en su carrera europea.

Pero más allá de este nada sorprendente récord, la noche del '4' fue para olvidar de principio a fin. Se le vio fuera de forma desde el minuto uno y sufrió muchísimo cada vez que tuvo que jugar a campo abierto ante los delanteros del Chelsea. Ganó pocos duelos individuales, se le fueron en más de una ocasión y se le vio fuera de sitio en cuanto a los 'blues' les dio por correr en transición.

La sensación que dejó el encuentro de Ramos fue que no debería haber jugado. Éder Militao le salvó en varios cruces e incluso Nacho Fernández estuvo bastante más sólido que él. De hecho, esta pareja de centrales fue la que llevó a los blancos a las semifinales con unos cuartos de final espectaculares de ambos contra el Liverpool, y para muchos deberían de haber sido los zagueros titulares del equipo en Stamford Bridge.

Zidane se equivocó apostando por Ramos

Zidane prefirió apostar por un sistema de tres centrales solo para poner al sevillano, pero no le fue bien ni la elección del sistema ni darle la titularidad a su capitán. El técnico se equivocó confiando en él y el Madrid sufrió las consecuencias. El defensa, de hecho, salió en la foto del 1-0 de Werner yendo al suelo y perdiendo el duelo con él antes de la definición de Havertz. En definitiva, un partido para olvidar para un jugador que acaba contrato este verano y que podría haberse despedido de la Champions con la camiseta del Real.