Seguro que Marc-André Ter Stegen no ha olvidado fácilmente la goleada que encajó el año pasado con el FC Barcelona en San Mamés, durante la ida de la Supercopa de España 2015 que dejó prácticamente sin posibilidades de remontada a los de Luis Enrique en el Camp Nou.

Ahora, tras la marcha de Claudio Bravo al Manchester City y a pesar de la llegada de Jasper Cillessen, Ter Stegen es el titular indiscutible del FC Barcelona en la portería y no está dispuesto a salir escaldado en ningún partido más, consciente de que juega en el mejor equipo del mundo y que, rodeado de una auténtica constelación de estrellas, deberá dar la talla.

Claudio Bravo dejó el listón muy alto con sus intervenciones en Liga, pero el guardameta germano no quiere ser menos y saldrá con la máxima concentración a todos los campos para ejercer de guardián impasible en la meta azulgrana.

San Mamés no será una excepción, puesto que Ter Stegen está dispuesto a ahuyentar los fantasmas del año pasado y cuajar buenas actuaciones siempre que al FC Barcelona le toque jugar en tierras vascas. Tiene presión añadida el alemán, pero en estas dos últimas temporadas ha demostrado de sobras ser un cancerbero de sangre fría, a quien la presión sólo hace más fuerte.

Prueba de ello son las paradas salvadoras que ha protagonizado en UEFA Champions League, Copa del Rey y a veces también en Liga a lo largo de los últimos meses, así como el penalti que detuvo al "Kun" Agüero en octavos de final de la Champions 2014-15. Ter Stegen sabe que el puesto de titular indiscutible en el Barça conlleva presión... Pero la asumirá sin miramientos. En juego está la admiración culé.