Normalmente, cuando un equipo está siendo duramente vapuleado sobre el terreno de juego y en el marcador, intenta buscar soluciones en el banquillo al poder disponer de hasta tres cambios. No es nuevo en Luis Enrique, pero el caso es que el técnico asturiano no sólo no agotó los cambios, sino que tan sólo realizó uno para modificar el esquema de juego del conjunto azulgrana.

El Barcelona estaba siendo derrotado desde el minuto 55 por 3-0, pero lo cierto es que los mejores jugadores disponibles, a excepción de Mathieu y André Gomes -el portugués entró por el francés- ya se encontraban sobre el terreno de juego, sin Sergio Busquets por sanción.

En este sentido, al mirar al banquillo Luis Enrique no encontró en Denis Suárez, Lucas Digne, Jordi Alba, Aleñá, Alcácer y Cillessen las soluciones necesarias como para revitalizar el juego del FC Barcelona ante un rival, la Juventus, que fue muy superior a los culés especialmente durante la primera mitad, pero llegando también con peligro en la segunda.

El Barça, con un problema de fondo de armario

El hecho de que Luis Enrique tan sólo realizara un cambio en todo el duelo, el de André Gomes por Mathieu a la media parte, da que pensar sobre la planificación deportiva del FC Barcelona, que este pasado verano realizó seis fichajes, cuatro de ellos presentes en el banquillo, sin que ninguno de ellos acabara recibiendo la confianza de Luis Enrique contra la Juventus.

El Barça tiene un serio problema de fondo de armario, porque lo cierto es que ninguno de los jugadores que estaban en el banquillo ha demostrado ser garantía de buen juego a lo largo de la presente campaña. Eso sí, llama la atención que ni siquiera Paco Alcácer, que fue fichado como complemento para marcar goles, acabara ingresando sobre el césped. El Barcelona tendrá que acudir al mercado de fichajes este verano.