Balde, polivalencia absoluta: Es tan bueno en la derecha como en la izquierda

Héctor Bellerín estaba disponible para la visita del FC Barcelona a Mestalla, pero Xavi Hernández tenía claro qué hacer para que el equipo recuperara el juego ofensivo y el orden táctico por derecha. El técnico egarense apostó nuevamente por Alejandro Balde a perfil cambiado y Jordi Alba por izquierda y, si bien el partido fue durísimo, la apuesta del de Terrassa volvió a dar resultados.

El triunfo agónico ante el conjunto 'che' dejó otra buena actuación de un Balde quien ya apunta a ser insustituible para el Barça, tanto en Liga como en Europa. El canterano no se proyectó tanto en ataque, pero cumplió en defensa a pesar de un susto en el complemento que casi le cuesta la desventaja a los culés. Samuel Lino le ganó la espalda al jugador de 19 años, pero su tanto fue anulado por mano previa de Marcos André.

Fue le único despiste del '28', quien con el paso de los minutos lució más seguro en una zaga que acabó más improvisada que nunca por las lesiones de Eric García y Jules Koundé. Marcos Alonso y Gerard Piqué formaron una dupla inédita en el tramo final y, a estas alturas, la única certeza que parece tener Xavi atrás es Balde, porque ni Bellerín ni Marcos Alonso han logrado transmitir la tranquilidad que el conjunto culé necesita en un tramo tan complicado de la temporada.

Ante el Valencia, Balde completó tres regates efectivos, seis recuperaciones y diez balones perdidos, según las estadísticas de 'MARCA'. Si bien subió poco, hizo los deberes en defensa, donde más le necesitaba el equipo en un partido trabado y accidentado que, más allá de los tres puntos, dejó la defensa culé en crisis por las lesiones. De momento, Piqué es el único central disponible, a la espera de la recuperación de Andreas Christensen.

Velocidad y disciplina, el sello de Balde

El canterano ha logrado hacerse con la titularidad gracias al enorme despliegue físico que exhibe en cada partido. A su enorme velocidad se suma la disciplina táctica para saber cuándo proyectarse en ataque y cómo cubrir espacios en una zaga remendada por las bajas. En Mestalla intentó ayudar a Ousmane Dembélé con buenos relevos en tres cuartos de cancha en la primera parte, algo que no sucedió en el complemento tras el ingreso de Raphinha. Sin embargo, el Barça logró sostenerse el cero en el tramo final sin apuros, en gran medida gracias a su buena labor.