El FC Barcelona salió del Coliseum Alfonso Pérez con solo un punto en su haber, pero con la certeza de que la actuación de César Soto Grado y sus asistentes no fue la más idónea, siendo extremadamente permisivos ante un Getafe que supo aprovechar esta 'barra libre' para jugar con un rigor físico rozando lo extradeportivo. El elenco 'azulón' recibió seis tarjetas amarillas y una roja, además de cometer 20 faltas, que de haberse efectuado un arbitraje menos indulgente, habrían sido aún más numerosas.

Una de las acciones más destacadas del enfrentamiento fue el claro penalti no pitado a Ronald Araújo tras una falta cometida por Gastón Álvarez. Esto se debió a una presunta mano previa de Gavi, la cual no quedó del todo clara y con el condicionante de que en esa jugada el palaciego era incomodado por Juan Iglesias.

El Getafe FC 'pegó a placer'

Desde el inicio del partido, el Getafe comenzó a desplegar su juego agresivo. Frenkie de Jong fue la primera víctima al recibir un empujón de Carles Aleñá al minuto 1, justo después de realizar un pase. Esta tendencia de recibir golpes tras soltar rápidamente el balón fue constante durante el encuentro y el árbitro César Soto Grado lo permitió.

A partir de ahí, el 'Geta' continuó con una serie de agresiones con y sin balón, provocaciones y artimañas para desconectar al Barça. Aunque todos los jugadores de la escuadra 'azulona' pegaron bastante, el principal protagonista en estas acciones fue Damián Suárez. El uruguayo 'pegó a placer' y a penas fue amonestado al 82', después de cometer no menos de cinco faltas, las cuales no recibieron la sanción correspondiente. Incluso, en la primera mitad, tras varias acciones contra Robert Lewandowski, De Jong y Alejandro Balde, se dio una de las acciones más comprometedoras de este duelo, pues el zaguero 'charrúa' le propinó un codazo a Ilkay Gündogan a la altura del estómago al 25', una acción similar por la que expulsaron a Raphinha, solo que en esta no hubo ni siquiera amonestación. 

César Soto Grado tuvo un criterio dispar para expulsar a los técnicos

El árbitro también mostró un criterio flexible en cuanto a las expulsiones de los entrenadores. Xavi fue expulsado por salir de su área técnica y protestar de manera ostensible hacia el cuarto árbitro. No obstante, José Bordalás quien protestó de manera más efusiva e incluso invadió el terreno de juego, no fue amonestado y pudo terminar el partido sin problemas.

La guinda del pastel fue el penalti no pitado a Ronald Araújo al final del partido. El colegiado pitó una mano de Gavi en una jugada previa, pero las repeticiones mostraron que no fue clara. Xavi declaró que la mano fue inventada, y a pesar de que el árbitro revisó el VAR varias veces, no pudo darse cuenta de esto. Estas son solo algunas de las faltas que se pudieron ver en las transmisiones televisivas, sin contar las que no fueron captadas por las cámaras.