El FC Barcelona-Real Valladolid no pasará a la historia por ser el compromiso más brillante de los culés, pero sí lo hará como una fecha señalada para Gerard Piqué. El canterano fue determinante para que los suyos lograran una trabajada victoria por la mínima en el Camp Nou, en un aniversario de lo más especial que hace todavía más grande su figura en la entidad azulgrana.

En el duelo contra los pucelanos, el central cumplió su partido 300 como barcelonista en LaLiga, tras su regreso a la Ciudad Condal en el verano de 2008. El zaguero se formó en la Masia y dio el salto al fútbol profesional en el Manchester United, y acumuló 22 encuentros más en Primera División durante una campaña en la que estuvo cedido en el Real Zaragoza.

El catalán llega a una cifra redonda que le coloca como undécimo jugador del club con más participaciones en el campeonato de la regularidad, una clasificación en la que manda Xavi Hernández con 505. Más arriba está en la que corresponde a su parcela sobre el césped, ya que es el tercer defensa con más presencias en esta competición, tras Carles Puyol (392) y Migueli (391).

Su hoja estadística es poco más que impresionante, ya que acumula 227 victorias, 50 empates y apenas 23 derrotas. Esta fiabilidad le ha asegurado un buen puñado de títulos, ya que ha alcanzado el trofeo en siete de sus diez temporadas en el primer equipo y está pendiente del resultado de la undécima -la actual- en la que el Barça vuelve a ser líder del torneo. Además, pese a ser central, ha marcado en todas y cada una de las campañas que ha militado en la categoría de oro del fútbol español.

Piqué pide más al Barça de cara a la Champions

Pese a cuajar una gran actuación contra el Valladolid, Piqué no estaba satisfecho, porque el Barça no ha aparcado las dudas a escasos días de probarse en Champions. El catalán ha sido decisivo apuntalando la retaguardia y forzando el penalti que se ha traducido en el único gol del partido, pero ha reclamado una reacción de cara el próximo martes, cuando se estrenará la eliminatoria de octavos de final contra el Olympique de Lyon.

"Tenemos que mejorar porque las sensaciones no han sido buenas. Para el martes tendremos que ser mejores, si no lo pasaremos mal. Los contrarios también juegan pero creo que es más un tema nuestro encontrar la fluidez y el buen juego. Tener más rapidez, más posesión y a partir de ahí generar ocasiones, si no nos convertimos en un equipo más débil. Los equipos lo saben y nosotros lo sabemos", apuntó.