El árbitro del partido FC Barcelona-RCD Espanyol Gil Manzano se comió un gol legal del conjunto azulgrana y lo anuló por un supuesto fuera de juego de Ivan Rakitic que no había existido. La jugada llegó después de que Leo Messi se colase dentro del área, chutase y Pau López rechazase pero dejase el esférico muerto para que el internacional croata pudiese meter la caña para meter el balón dentro.

Tal y como puede verse en la fotografía que acompaña la noticia, un defensor del Espanyol estaba tumbado en la banda izquierda y dejaba en buena posición al interior balcánico, que no vio con muy buenos ojos ese tanto anulado pero tampoco protestó de forma airada, al igual que el resto de sus compañeros blaugranas.

El tanto habría llegado después del uno a cero de Leo Messi de falta directa. Habría sido el gol de la tranquilidad para un FC Barcelona que estaba siendo muy superior a su rival. El público sí que se quejó pero finalmente Gil Manzano no decidió recular.