Zinedine Zidane redebutó de una manera inmejorable, con una victoria contra el Celta de Vigo en el Santiago Bernabéu (2-0) en la que los goles los pusieron en el segundo tiempo dos de los futbolistas a los que decidió dar confianza tras ser repudiados en la etapa de Santiago Solari: Isco Alarcón y Gareth Bale

El equipo madridista comenzó el partido sin demasiado ritmo de balón y echando en falta a un jugador como Casemiro, ya que el triángulo del centro del campo formado por Toni Kroos, Luka Modric y el propio Isco era demasiado vulnerable en los contragolpes del Celta de Vigo. Pese a ello, el dominio fue de los pupilos de, ahora sí, Zidane.

El equipo blanco avisó con un disparo al palo de Gareth Bale, que devolvió la confianza del técnico francés con un partido más intenso que de costumbre. El Real Madrid no mostraba un gran fútbol, pero sí se notaba algo distinto, como si los futbolistas tuviesen más implicación que en la etapa de Santiago Solari.

En el tramo inicial del segundo tiempo, el Real Madrid dio otro aviso con un gol que no subió al marcador tras ser revisado por el VAR. Finalmente, la resistencia gallega se acabó quebrando pasada la hora de juego, tras una jugada colectiva entre Marco Asensio y Karim Benzema que acabó rematando Isco al fondo de las mallas (1-0).

El equipo de 'Zizou' se vino arriba tras el tanto del mediapunta malagueño, que no había participado demasiado pero que marcó para recobrar confianza. Además, en el minuto 77, llegó el tanto de la sentencia de los blancos, que llegó en una jugada combinada de otros dos repudiados por Solari: Marcelo y Bale. El brasileño le sirbió un pase al galés que, desde el punto de penalti y con la derecha, remató raso y pegado al palo.

El público, entregado a Zidane

Las gradas del Santiago Bernabéu recibieron a Zinedine Zidane como el gran mesías salvador del equipo. Antes del inicio del encuentro, la megafonía fue anunciando, como es habitual, el nombre de los jugadores antes de hacerlo con el entrenador. Cuando sonó el nombre del galo, una atronadora ovación se produjo en el recinto merengue. Había ganas del regreso del francés en el Real Madrid.