La 'novedad' por la que apostará Xavi para el Celta-Barça

La visita del FC Barcelona a Balaídos se antoja como una ocasión especial, porque los catalanes están en una posición en la que no tienen permitido cometer errores. Xavi Hernández ha insistido, en reiteradas ocasiones, en la necesidad de 'espantar' los fantasmas que han perseguido al equipo en los últimos partidos, sobre todo en el apartado defensivo, y contra el RC Celta intentará comenzar las 'correcciones'. 

En la alineación de los catalanes para enfrentarse a los vigueses habrá un cambio con respecto a la del choque frente al Granada. Ronald Araújo volverá a dirigir el eje de la zaga defensiva y todo parece indicar a que será Pau Cubarsí el gran sacrificado. Volverá a formar pareja con Iñigo Martínez para intentar dar consistencia al enquipo en la zona baja. 

Del mismo modo, es previsible que el entrenador de Terrassa apueste por Andreas Christensen como pivote, al igual que en los últimos dos partidos (contra Alavés y Granada). A pesar de que hay aspectos que pulir, a Xavi le gusta el trabajo del danés como '5' y quiere dar continuidad a la idea, sobre todo porque libera a Gündogan y Pedri de las obligaciones defensivas y pueden volcarse al ataque. Sobre todo con el teutón se ha notado la diferencia, puesto en las últimas dos presentaciones ha repartido dos asistencias y marcó un gol. 

¿La fórmula para evitar la sangría goleadora? 

Será la primera vez que Araújo, Iñigo y Christensen coincidan sobre el césped. En papel, son los mejores defensores del Barça y habrá una especie de triángulo que puede ser clave para 'repartirse' las labores en la retaguardia. No es un secreto para nadie que, en este nuevo rol, el danés suele jugar en una posición más retrasada para dar salida al balón y 'reforzar' a los dos centrales. Xavi confía en que, con los tres, se controlará la preocupante sangría goleadora. 

El gran problema de este Barça está siendo el número de goles encajados. En lo que va de 2024, han recibido 23 dianas en once partidos que han dejado en 'nada' la mejoría del equipo en su faceta ofensiva. Los culés están anotando mucho más, pero también han demostrado una fragilidad en área propia que les termina condenando. En LaLiga es donde más se ha sentido el 'impacto', porque pasaron de 20 goles en contra en los 38 partidos de la campaña pasada a encajar 33 en 24.