El Camp Nou no es un escenario que permita triunfar a todos, y en la élite del fútbol hace falta algo más que talento para consolidarse. Esta lección hace meses que intentan los culés inculcársela a Ousmane Dembélé, cuya personalidad está todavía distanciada de la calidad que atesoran sus piernas. De vez en cuando, el cableado del francés hace chispa, y contra el Villarreal estuvo bastante por encima de sus habituales fogonazos.

Enmedio de una oscura plaga de lesiones, el de Vernon ha sido una luz, en una temporada en la que se está acostumbrando a que sus intervenciones sean decisivas. Pero más allá de aparecer puntualmente, al extremo se le reclama más carácter, implicación y sacrificio, tres cualidades que sí se vieron en la visita del 'submarino amarillo' a la Ciudad Condal.

Con Leo Messi dirigiendo unos metros por detrás, el galo se responsabilizó del ataque desbordando con carreras, centros, disparos y un sinfín de regates. Es cierto que todavía debe pulir una precisión que es sagrada en el conjunto catalán, pero en un jugador de sus características es de agradecer la intención y el desequilibrio que puede aportar a la ofensiva.

Una acción en la que mareó a Alfonso Pedraza fue intensamente aplaudida por la grada, que se emocionó cada vez que el joven regalaba alguno de sus lujos. Esta vez no se aisló como siempre suele ocurrirle, y a pesar de que su rendimiento fue de más a menos, tras una asistencia de gol a Gerard Piqué, en la segunda mitad también hay que contarle varias jugadas a destacar.

Entre ellas está la muestra de que su actuación fue muy completa, y pese a que debe exigirse más en defensa, ya se le vio más atento en la presión. Su velocidad le permitió cazar algunos balones a los que nadie pensaba que llegaría, exhibiendo una lista de virtudes que hacen más evidente que nunca que, con un poco de cabeza, su futuro es para echarse a soñar.

Dembélé le tiene la medida tomada al Villarreal

La Jornada 14 ha dejado quizá el mejor encuentro de Dembélé desde que viste de azulgrana, pero no es su primer partidazo frente al Villarreal. En su primer curso en LaLiga tras abandonar el Borussia Dortmund, el delantero ya disfrutó de 90 minutos contra los castellonenses, y pese a que su rendimiento fue más irregular, se marchó a casa después de apuntarse un doblete. Le tiene la medida tomada a los 'groguets'.