Reza el dicho que los grandes campeones no son aquellos que ganan cuando juegan bien, sino los que incluso jugando mal logran sacar los tres puntos, y en parte es una frase que se puede aplicar el FC Barcelona tras el encuentro de este sábado. Hubo que sufrir al límite contra el Valladolid para volver a casa con la victoria, pero los tres puntos pueden valer su peso en oro en apenas unos meses.

Aunque hubo ciertas partes del duelo en las que los azulgrana aceleraron, en líneas generales se evidenció que todavía les falta ritmo, pero esta circunstancia tiene fácil explicación. Sólo hay que mirar al once titular para observar que futbolistas como Ivan Rakitic, Samuel Umtiti o Philippe Coutinho apenas llevan unos días entrenando, y hasta que no alcancen su mejor momento de forma pasarán algunas semanas. Falta rodaje y a la vez sobran kilómetros, porque las intensivas sesiones de entrenamientos hacen que las piernas aún estén algo pesadas.

Esto provoca que todavía haya algunos desajustes, y que falte precisión en ataque y sintonía en defensa, algo que hasta la fecha se ha compensado con esfuerzo y coraje. Costó encontrar la portería contra el Deportivo Alavés y se repitió en el José Zorrilla, con mucho más sufrimiento por un resultado demasiado corto que acabó necesitando la ayuda del VAR para poner una sentencia que no llegó sobre el terreno de juego.

Este problema, claro está, lo esquivaron con más facilidad los pucelanos, que han vivido un verano mucho más tranquilo. Sin compromisos internacionales, es habitual que los equipos más pequeños tengan una preparación mejor en las primeras fases del campeonato, lo que acaba resultando en que las fuerzas se igualen y haya más margen para las sorpresas.

El tramo inicial de LaLiga, clave para el título

Si algo hay que reconocerle a Ernesto Valverde es que ha sabido impulsar a su equipo en épocas en las que el fútbol no ha acompañado. Lo hizo el año pasado sin Neymar, Coutinho y Dembélé, y tras un doloroso tropiezo en la Supercopa que provocó que el once se blindara para volverse inexpugnable pero a la vez efectivo. Al principio del curso importaba sumar, para ir creciendo a base de resultados y optimismo.

Esta norma se está repitiendo en la presente campaña, con la seguridad de que hace unos meses valió un título de Liga. El Barça fue prácticamente impecable en las primeras jornadas y Real Madrid y Atlético fueron acumulando tropiezos, lo que les penalizó en la lucha por el liderato. Es pronto para decir que el torneo se puede ganar en estos encuentros iniciales, pero desde luego no es arriesgado decir que sí se puede perder. Hasta que las piernas respondan, bueno es seguir ganando. Que no se acabe la racha.