El 'robo del siglo' que el Barça sufrió en el Bernabéu en 2001

El segundo Clásico de la temporada 2000-01 llegó con un FC Barcelona que tenía la necesidad imperiosa de ganar para reengancharse a LaLiga, ya que el liderato del Real Madrid residía a nueve puntos. El equipo culé, dirigido por entonces por Llorenç Serra Ferrer, consiguió desde el primer momento maniatar al conjunto de Vicente Del Bosque, superado en todos los aspectos.

Pese a ello, la blanda defensa azulgrana permitió a Raúl poner por delante al equipo blanco, aunque Rivaldo consiguió empatar a pase de Luis Enrique poco después. Otra vez Raúl, en una jugada de oportunismo, volvió a poner por delante a los madridistas, que se beneficiaron de los paradones de un joven Iker Casillas que ya en esa época salvaba partidos. Kluivert y Guardiola avisaron y Rivaldo machacó al equipo rival por segunda vez con otro golazo desde fuera del área.

La polémica llegó en el último minuto del partido: Rivaldo recibió el balón en la frontal del área, disparó y el balón entró en la portería blanca después de impactar en el madridista Iván Helguera. Fue entonces cuando un árbitro llamado Losantos Omar anuló el gol por un supuesto fuera de juego posicional de Kluivert que nunca llegó a existir. El barcelonismo, indignado, no daba crédito, al igual que un madridismo aliviado por la fatídica decisión del vasco.

Rivaldo, abierto de brazos con una sonrisa irónica. Guardiola y Sergi Barjuán, capitanes en esa época, avasallando al árbitro por su incomprensible decisión. Serra Ferrer, elegante pero contundente al hablar de 'robo'. Joan Gaspart, explotando ante la prensa por la polémica decisión. Y una Liga​ que se le escapó al Barça esa misma noche. Consecuencias de una noche que, para quien la vivió en directo, como un servidor, hizo bajar del cielo al infierno al barcelonismo en una décima de segundo.

Rivaldo recuerda el robo

Rivaldo, autor del gol y embajador de Betfair, recordó aquella noche que debió ser mágica y que acabó siendo para olvidar. “Claro que nadie puede estar contento después de que te anulen un gol, sobre todo un gol que era legal y que nos habría hecho llevarnos aquel Clásico. Pero es que además habría sido un hat-trick para mí. Fue complicado gestionar todo aquello”, explicó.

El brasileño recordó que el tanto hubiese sido definitivo por ser en el último suspiro y, por juego, totalmente merecido. “Ese tercer gol llegó realmente tarde, así que no tuvimos tiempo de seguir apretando para ganar. La suerte es consecuencia siempre del trabajo duro, y si no te curras la suerte durante todo el partido, probablemente no aparezca”, sentenció.