A pesar de haber superado sus problemas físicos, Ronald Araújo sigue dando muestras de fragilidad con el FC Barcelona en cuanto a su labor defensiva. El sábado, el internacional uruguayo se mantuvo como primer central de la zaga culé, completando otra actuación bastante deficiente ante un Villarreal que, contra todo pronóstico, acabó llevándose la victoria de Montjuïc en un partido 'loco' (3-5).

El 'charrúa' tuvo problemas desde el comienzo del partido con la marca de Alexander Sorloth. Impreciso en salida y falto de intensidad en la jugada del 0-1 parcial, el de Rivera denotó algo de cansancio y desconcentración en una primera parte para el olvido del conjunto blaugrana. En el complemento, con el 0-2 en el marcador, los culés reaccionaron y Ronald fue uno de los líderes de la remontada del Barça en once minutos.

Entre el minuto 60 y el 71', los de Xavi hicieron tres goles para dal vuelta al resultado, el último de ellos en contra por cortesía de Eric  Bailly. El marfileño envió el balón a propia puerta en su afán de evitar el cabezazo de un Araújo que entró con todo al área chica tras un tiro libre desde el costado servido por Ílkay Gündogan. El Barça hizo lo más difícil, pero no supo sostener el resultado.

Araújo, desconocido en el tramo final

Con el Barça volcado en ataque tras el tanto de Gonçalo Guedes, el '4' quedó señalado en la jugada del cuarto tanto del conjunto castellonense. En el 90+9', un mal despeje de Pau Cubarsí permitió a Capoue rematar nuevamente a puerta, pero el galo no pudo pegarle bien y el balón le cayó a Araújo. En lugar de reventar el cuero, el jugador sudamericano optó por un despeje tibio que le cayó a Sorloth. Con Cubarsí a Iñaki Peña vencidos, al noruego no le quedaron obstáculos para poner a su equipo en ventaja.}

Para colmo, en la siguiente jugada, el de Rivera llegó tarde por muy poco a un centro de Pedri muy bueno al segundo palo que parecía gol cantado. Con el Barça totalmente volcado en ataque, el Villarreal encontró muchos más espacios para que José Luis Morales disparara totalmente solo en la última jugada del partido, poniendo el 3-5 final.