El FC Barcelona se encaminaba hacia otra victoria en el Camp Nou, pero a pesar de que las rotaciones estaban dejando buenas sensaciones, el Girona se metió en la lucha antes del descanso. En un ambiente enrarecido después de la rigurosa expulsión de Clément Lenglet, fueron los visitantes los que 'pescaron', logrando el empate por medio de Christian Stuani instantes antes del final del primer tiempo.

La alegría que había dejado el estreno de varios fichajes como titulares y la diana de Leo Messi que abría el marcador dejó paso a las dudas en cuanto el de Beauvais enfiló el camino de los vestuarios. A pesar de todo, los rojiblancos no habían tenido demasiadas ocasiones claras, y Ernesto Valverde optó por dar más tiempo de calentamiento a Samuel Umtiti y retrasar a Sergio Busquets.

El hueco entre el de Badia y Gerard Piqué lo aprovechó a la perfección el uruguayo, tras una contra de los hombres de Eusebio Sacristán que acabó con una apertura lateral. Aday avanzó metros y colgó un balón tenso, al que llegó antes de delantero que el central barcelonés, que estuvo demasiado lento en su reacción.

Busquets se apresuró a incomodar a Stuani, pero era demasiado tarde y cualquier contacto hubiera sido penalti. Lo último que necesitaban los azulgrana era otro mazazo, aunque el golpe recibido no iba a ser menos doloros. El de Tala se metió hasta la cocina y definió con tranquilidad sobre la salida de Marc-André Ter Stegen.

El panorama cambió para el Barça en diez minutos

Lo que empezaba a ser un partido cómodo para defender el liderato de LaLiga se torció en diez minutos fatídicos para el Barça. Exceptuando una internada de Portu que Piqué tuvo que sacar bajo palos, los gerundenses no se habían asomado demasiado por el área de Ter Stegen, hasta que Lenglet vio la roja y la tranquilidad se evaporó.

El panorama cambió por completo, porque de defender su ventaja pasó a necesitar un gol en 45 minutos con inferioridad numérica. El VAR ha traído calma pero también más líos con las interpretaciones de los árbitros, y esta le pudo costar muy cara a un líder con muchos deberes pendientes.