Este domingo, un 'déja vu' apareció en las mentes de todos los barcelonistas. El colegiado del Valencia-Barça, Iglesias Villanueva, decidió no dar por válido un gol de Leo Messi que había entrado un metro en la portería de Neto, a quien se le había escurrido el esférico entre las piernas y que había sacado demasiado tarde de la portería, cuando la pelota ya estaba completamente dentro.

Ni el colegiado ni sus asistentes vieron el gol -o no quisieron verlo-, y la situación recordó a la de la pasada temporada 2016-17 en el campo del Real Betis, cuando Hernández Hernández impidió que subiera al marcador un gol legal de Jordi Alba, todavía más exagerado que el de este domingo.

Está claro que el VAR debe ser implementado cuanto antes en LaLiga Santander y en todas las categorías oficiales del fútbol español. Aun así, y partiendo de la base de que todos los árbitros pueden equivocarse, no deja de resultar sorprendente que las dos jugadas más polémicas de estas dos últimas temporadas, al menos en lo que respecta a goles fantasma, hayan perjudicado al FC Barcelona.

El Barça, perjudicado en dos partidos clave

Además, en dos partidos clave. Y es que el FC Barcelona se jugaba sus aspiraciones de atrapar al Real Madrid en LaLiga 2016-17 cuando el gol de Jordi Alba no se dio por válido contra el Real Betis, mientras que este domingo se vivió en Mestalla el partido más determinante en lo que va de competición, entre el primero y el segundo clasificados.

A partir de ahora, lo crucial será que el FC Barcelnoa proteste por todos los medios ante este tipo de errores, con el objetivo de que no vuelvan a repetirse ni para los intereses culés ni para los de cualquier otro equipo. Más que nada por una cuestión de justicia. Y de deportividad.