Lenglet: un jugador total al que el Barça ya se plantea renovar

Clément Lenglet llegó al FC Barcelona el pasado verano, procedente del Sevilla y con el supuesto rol de tercer central en el FC Barcelona. No obstante, la película ha superado al tráiler: el defensa francés no solamente ha conseguido adaptarse al juego culé en tiempo récord, sino que se ha hecho con la titularidad apartando a un jugador como Samuel Umtiti.

En el Camp Nou todavía hay asombro por las recientes palabras de Didier Deschamps, seleccionador francés, que todavía no quiere verle de internacional. "Lenglet es muy eficiente, pero no tiene experiencia internacional", dijo. Pues él se lo pierde, la cosa es así de sencilla. El nivel mostrado por su compatriota es de clase mundial.

Según las informaciones publicadas por el diario 'Sport', en el FC Barcelona ya empiezan a plantearse una mejora de contrato, ya que se considera que la ficha del contrato del jugador se ha quedado obsoleta en relación al nivel que está ofreciendo sobre el terreno de juego y al rol que tiene en el equipo actualmente.

Lenglet se ha ganado a pulso su puesto ante el equipo y su majestuosa actuación contra el RCD Espanyol solamente fue una muestra más de lo que puede llegar a hacer. Es cierto que tanto tiempo de lesión de Umtiti le ha acabado beneficiando, pero también lo es que, al lado de Gerard Piqué, se ha consolidado con maestría.

Lenglet, otro 'crack' con el sello de Monchi

Cuando Clément Lenglet llegó al Sevilla procedente del Nancy, en el Sánchez Pizjuán se sorprendieron de la velocidad con la que se supo adaptar a LaLiga Santander. "Es una esponja", decían los técnicos, refiriéndose a su capacidad de absorber con rapidez los conocimientos necesarios para asentarse como titular en un equipo de tanta exigencia como el andaluz.

Monchi lo había vuelto a hacer, y en el FC Barcelona tomaron nota de ello. Apenas un año y medio después de la llegada del central francés a la capital andaluza, el Club azulgrana decidió pagar su cláusula de rescisión para llevárselo en el Camp Nou. Desde entonces, se repitió la historia: el francés se ha adaptado al mejor equipo del mundo con la facilidad con la que se pone los pantalones antes de salir a jugar.