Leo Messi es un jugador noble, de esos a los que da gusto enfrentarse y que más gusta de tener en tu equipo. Un jugador que no suele tirarse al césped pese a las durísimas entradas que sufre, que jamás gesticula de más y nunca busca roces ni vivir a costa de la irregularidad. Eso se pudo ver en El Sadar hace unos meses durante el Osasuna-Barça de la primera vuelta en Liga Santander.

Allí corría el argentino en una jugada de ataque del Barça. El "10" buscaba superar a Miguel de las Cuevas, pero fue desequilibrado por la inercia de la jugada. Y el "crack" argentino, para sorpresa de todos los presentes, se levantó rápidamente haciéndole un gesto al árbitro Martínez Munuera de que no había sido falta, que no la pitara.

Gesto deportivo de Messi contra Osasuna

Una auténtica lección de "fair play" que se debería inculcar a todos los jóvenes que se quieran dedicar al balompié. En aquel partido marcó un gol "maradoniano" que dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales. Sin embargo, la jugada más loable fue en la que demostró su excelsa deportividad, algo de lo que muchos otros jugadores no andan sobrados precisamente.

Y es que no es ningún secreto que Leo Messi podría recibir muchos más penaltis de los que le pitan, por ejemplo, al querer siempre acabar las jugadas y pelear hasta el final por los balones divididos. No le intimidan los golpes... Y sino que se lo pregunten al Real Madrid.