Malcom, ante la mejor oportunidad para recuperar terreno

Malcom era uno de los futbolistas que, desde hace semanas, se le presuponía con un pie fuera del FC Barcelona a partir del próximo verano. No obstante, con el brasileño, siempre pasa lo mismo: cuando menos protagonismo tiene y peor parece que le van las cosas, da la campanada. Ya lo hizo contra el Inter de Milán en Champions League y repirió contra el Real Madrid.

Ante el conjunto blanco en Copa del Rey, Malcom fue el jugador más destacado en ataque y no solamente por ser decisivo con su gol. El FC Barcelona no mostraba demasiadas ideas en ataque y el brasileño apareció para traer la amenaza a través de sus voluntariosas jugadas y de su fe por luchar hasta el último balón.

El Clásico fue una demostración de Malcom hacia Ernesto Valverde. El brasileño, sin trenzar jugadas de una calidad extrema, se puso el Camp Nou en su bolsillo por la de veces que llegó a multiplicarse para atacar una y otra vez por su banda. Además, tuvo un par de grandes ocasiones, algo que puede ser importante si mejora en su definición.

Si Philippe Coutinho lleva semanas evidenciando que el fútbol no es solamente cuestión de talento, sino de confianza, Malcom también pone de manifiesto lo clave que llega a ser el factor psicológico. Tal vez esté a años luz del ex del Liverpool en términos de calidad, pero por su puesta en escena en el Clásico parece haberle adelantado.

El papel de Malcom en el Barcelona

Malcom no está en una situación fácil en el FC Barcelona, básicamente porque Ousmane Dembélé está muy cerca de volver al equipo y, junto a Leo Messi y Luis Suárez, acaparará la titularidad del tridente ofensivo. El '14' culé deberá pelear con Philippe Coutinho por ser el cuarto delantero, aunque podría verse beneficiado si el carioca retrasa su posición a la medular para suplir a Arthur.

Malcom se ganó al barcelonismo en el último partido y Ernesto Valverde le elogió públicamente. La vida da muchas vueltas y el extremo brasileño puede haber dado un puñetazo encima de la mesa para hacerse un hueco en el equipo, aunque deberá mostrar más continuidad que hasta ahora.