Sobre el Barça, pinchar el globo de las expectativas y crecer sin prisa alguna

Cuatro tropezones y dos goleadas (a favor) en seis partidos. Dos victorias, dos empates y dos derrotas en los últimos enfrentamientos. El equipo no acaba de engrasar la maquinaria desde ese encuentro en el Reale Arena, hace un mes. Esto preocupa a todo aquel a quien le importa el club, empezando por los futbolistas y el cuerpo técnico, así como a la afición y, evidentemente, a la directiva. Es lógico, el inicio de temporada del FC Barcelona ha sido caviar para un público que llevaba tiempo deseando disfrutar de un gran espectáculo.

Esta situación es estresante para todos, sobre todo para los protagonistas. Solo hay que ver a Hansi Flick, que fue expulsado por primera vez en su carrera en el Benito Villamarín. El acta recoge que ha sido por "salir del área técnica gritando y gesticulando, protestando" una de las decisiones del colegiado Muñiz Ruiz. El alemán está agobiado, es una obviedad pero, ¿es realmente necesario meter presión a esto?

El Barça tiene un buen grupo y un gran líder

Una estrella adolescente que crece a pasos agigantados; un viejo rockero hinchándose a goles; un extremo que todo lo puede; jóvenes compartándose como veteranos... En definitiva, esta plantilla está dando todo lo que tiene. Hay que tener en cuenta que hay muy pocos efectivos: 20 futbolistas de campo, lesionados 3 de ellos, y 3 guardametas, de baja toda la temporada el titular. Es decir, 19 fichas del primer equipo funcionando en cooperación con 4 jugadores provenientes de las categorías inferiores, de los cuales 1 estará fuera toda la temporada. En total, 22 hombres, entre los que hay varios debutando y/o no asentados en el fútbol de élite.

No es una excusa, ni mucho menos. Es poner en valor lo que está consiguiendo Hansi Flick, prácticamente, con la misma plantilla que Xavi el curso pasado. Ambos técnicos lo dieron todo por sacarle el máximo provecho al grupo, aunque las sensaciones son bien distintas, sin ánimo de comparar. El entrenador teutón está consiguiendo volver a hacer del Barça un conjunto que mire de frente a frente a cualquier rival. No obstante, esto va poco a poco.

Las cosas de palacio, van despacio. No se puede querer estar en la cima de un día para otro. El inicio de temporada del conjunto blaugrana fue absolutamente surrealista. Era una apisonadora. Y, ojo, ni ese día era tan imbatible ni ahora es un equipo roto. Cabeza fría, analizar la situación, detectar problemas y solucionarlos. El FC Barcelona tiene los recursos que tiene y el míster le está sacando el máximo rendimiento, no es positivo ser crítico ni meter presión. Hay que pinchar el globo de las expectativas y crecer sin prisa alguna, dándole tiempo al proyecto para macerarse en las esencias de Flick e ir madurando hasta convertirse en un plato estrella. Ánimo culers, "que no estamos tan mal, hombre".