La historia la construyen quienes son más fuertes mental y físicamente, quienes se anticipan a los acontecimientos y se rebelan contra las estadísticas, apuestas, probabilidades y demás tecnicismos teóricos que no tengan que ver con lo que ocurroe sobre el césped.

El fútbol es un deporte, como todo en la vida, imprevisible y lleno de sorpresas. Y el Leicester City demostró hace unos meses, proclamándose campeón de la Premier League 2015-16, que los milagros existen no para los que sueñan, sino para los que luchan por sus sueños.

El empate del Tottenham en el campo del Chelsea (2-2), después de que la primera parte terminara en Stamford Bridge 0-2 a favor de los de Pochettino, provocó que los "foxes" se proclamaran campeones de la Premier League de manera totalmente inesperada, dado que al principio de la temporada eran considerados como una de las "cenicientas" de la competición.

Ahora, esas cenicientas que se vistieron de gala para celebrar el título por las calles de Leicester, dejar en cenizas las ilusiones del Tottenham y en evidencia a clubes multimillonarios como Manchester City, Manchester United, Chelsea o Arsenal, se enfrentarán este miércoles al FC Barcelona en partido de pretemporada 2016-17, no sin el respeto ganado por parte de la afición culé.

La ilusión, esperanza, fe y, sobre todo, sacrificio e intensidad de los jugadores del Leicester sutió efecto. A Riyad Mahrez, N'Golo Kanté, Jamie Vardy y compañía les están lloviendo ofertas este verano de algunos de los clubes más prestigiosos del planeta, pero ni todo el dinero del mundo pagará, seguramente, lo que sintieron esos mismos jugadores durante estos próximos días.

El convencimiento pleno de que hicieron lo que parecía imposible. Historia pura en el fútbol mundial y primer título de Premier League en la historia del Leicester City. La próxima campaña, los de Ranieri podrían jugar contra el FC Barcelona en UEFA Champions League. Y entonces seguirá quedando el respeto, pero ya no habrá partidos amistosos.