Luis Enrique demostró ante el Celtic de Glasgow lo que cuida y confía en los jóvenes que le demuestran trabajo y entrega en los entrenamientos. El entrenador del FC Barcelona hizo con ello muy feliz sobre todo a tres chavales que pasaron en poco más de un mes de entrenarse con el Juvenil azulgrana a hacerlo y debutar con el primer equipo blaugrana frente a los escoceses. Se trata de los tres jóvenes y perlas de la cantera Carles Aleñá, Alex Carbonell y Rafa Mujica.

Los tres son viejos conocidos para la afición azulgrana, pues recordará como la temporada pasada subieron en algún momento del curso para entrenarse con los "mayores". En un encuentro donde hubo un aluvión de futbolistas jóvenes y del Barça B que tuvieron minutos en la primera prueba ante las vacaciones de los internacionales, estos tres futbolistas sorprendieron y dejaron muy buenas sensaciones.

Los tres entraron con el marcador ya solucionado (3-1) y con media hora por delante para demostrar toda su calidad. A Carbonell lo pudimos ver comedido en el centro del campo, situado en el interior diestro y combinando de primeras con sus compañeros. Sin ninguna floritura ni ningún regate de sobra, Alex demostró tener ADN Barça en todo lo que hacía. A su lado apareció un Carles Aleñá que enamoró a la parroquia.

El joven centrocampista dejó regates y buenas jugadas durante este tiempo, siempre demostrando lo que se le ha visto en el Juvenil: liderazgo, atrevimiento y mucha calidad. Está marcado a hacer algo grande en Can Barça y se le ve por la confianza y cómo se desenvuelve. El tercer en discordia, el canario Mujica que llegó la temporada pasada al equipo catalán, tambiés quiso estar a la altura y cuajar otro gran partido. A Rafa se le vio sereno y entendiéndose a las mil maravillas con Alfaro y Munir en la zona de ataque.

Muy buenos jugadores los tres que, por ahora, no se sabe si empezarán a entrenarse con el filial, el Juvenil o seguirán a las órdenes de "Lucho" esta semana. Lo que sí es seguro es que tienen un gran futuro por delante y que no hay que tener prisa con ellos. Igual que las frutas, hay que esperar a que estén maduros del todo para que vayan dando los pasos necesarios en la entidad culé.