Después de convertirse en el míster con más Champions conquistadas y el primer entrenador merengue en conquistar el título de LaLiga en el primer año de su segundo ciclo al mando del banquillo del Real Madrid, Carlo Ancelotti busca alcanzar una nueva gesta al frente del equipo blanco, que en la temporada pasada conquistó un total de tres trofeos: Supercopa de España, Liga y Champions.
Una de las metas del italiano es guiar al Madrid a un nuevo bicampeonato en el torneo de la regularidad, una gesta que no logran desde la temporada 2007-08, cuando tras conquistar la 'Liga del clavo ardiendo' en la edición anterior con una serie de remontadas bajo las órdenes de Fabio Capello, revalidaron el título de la mano de Bernd Schüster, cuyos festejos cerrarían con un pasillo del FC Barcelona al eterno rival en el Santiago Bernabéu.
Sin embargo, es preciso remontarse mucho más atrás para conocer al último entrenador merengue en revalidar su dominio de LaLiga en dos temporadas de manera consecutiva. El míster en cuestión ha sido Leo Beenhakker, quien encabezó el banquillo durante la 'Quinta del Buitre'. El neerlandés logró repetir el éxito a nivel liguero en la edición 1988-89, pero la eliminación en las semifinales Copa de Europa tras la goleada frente al Milan con 'Carletto' como verdugo terminó con su ciclo en la capital española.
Aquel título sabía a poco para un Madrid que venía de encajar un duro golpe en el torneo continental. Fue entonces cuando llegó John Benjamin Toshack a ganar la última de las cinco Ligas consecutivas para cerrar una de las mejores etapas históricas del madridismo. En concreto, solo cuatro de los 18 entrenadores madridistas campeones del torneo de la regularidad han podido revalidar el trofeo: Miguel Muñoz, Leo Beenhakker, Miljan Miljanić y Luis Molowny.
Zidane ya estuvo cerca de reeditar el título
En la historia reciente del club, el míster que más ha estado cerca de repetir la hazaña ha sido Zinedine Zidane. El francés obtuvo dos títulos ligueros con los blancos en las ediciones de 2016-17 y 2019-20. Fue precisamente después de esta última conquista del galo cuando terminaría cediendo en la puja ante un Atlético de Madrid que parecía imparable, pero que en el tramo final vería reducida considerablemente la brecha a su favor.