El verano 2018 trajo varias sacudidas importantes a la plantilla del Real Madrid. Los blancos querían reforzar su proyecto con varios fichajes de calidad, pero acabaron perdiendo en unas semanas a Zinedine Zidane y a Cristiano Ronaldo, algo que a día de hoy todavía genera dudas. La discusión sobre la marcha del preparador marsellés continúa abierta, y no paran de revelarse los posibles motivos de su salida.
Hace apenas unos días, el agente del técnico afirmó que la causa de su adiós era el agotamiento, que le había empujado a tomarse un año sabático que mantendrá pese a las ofertas que ha recibido. Tras indagar algo más, parece ser que esta hipótesis no es exclusiva, porque muchos siguen manteniendo que las discrepancias con el club tuvieron un peso importante.
En concreto, el diario 'El País' afirma que Gareth Bale sería uno de los culpables, después de una temporada en la que empezó a caerse de las alineaciones y de los planes del entrenador 'merengue'. Este pretendía venderle por sus continuas lesiones y por considerarle un futbolista demasiado irregular, pero la final de la Champions rompió el pacto que tenía con Florentino Pérez.
El dirigente había acordado con Zidane traspasar al galés y apostarlo todo por una nueva estrella. Sonaba, evidentemente, Neymar, pero también nombres como Eden Hazard, Harry Kane o Mohamed Salah se habían valorado como alternativas. Sin embargo, la exhibición del ex del Tottenham contra el Liverpool certificó la marcha atrás del presidente.
Al galo no le gustó nada que se cuestionaran sus decisiones, y decidió abandonar la nave antes de que fuera tarde. Sin apenas recibir información sobre un movimiento clave en la planificación, sintió que no tenía el peso necesario para manejar el equipo con garantías, y decidió dar un paso a un lado que está provocando algunas dificultades al conjunto blanco.
Lopetegui, una carta prescindible para Florentino
La llegada de Julen Lopetegui no ha hecho reaccionar al Real Madrid, y no son pocos los que ya consideran al guipuzcoano como una pieza prescindible. El perfil bajo del de Asteasu le convierte en una alternativa fácil de partar si hay problemas, como los que actualmente está viviendo un grande que no encuentra su mejor versión sobre los terrenos de juego. El Clásico del Camp Nou puede ser decisivo, y si hay derrota, podrían tomarse medidas drásticas en el Santiago Bernabéu. Zidane, mientras tanto, observa desde la distancia.